OPINIÓN

Se perdió la cultura del trabajo

Con cierta sorpresa me entero por los medios que el día 7 de octubre el Gobierno decretó un feriado para incentivar el turismo al acoplarse con el feriado del lunes 10 de octubre y entonces me pregunto si dicha decisión ayuda a cambiar esta sensación de que hemos perdido la cultura del trabajo desde hace algún tiempo con la aparición de los planes sociales y sus derivaciones en piquetes que continuamente causan problemas en el microcentro de la capital con una cantidad enorme de participantes llevados por las organizaciones sociales con el pago de una suma de dinero y la amenaza de perder el plan si no concurren al piquete.

Yo me pregunto si este tipo de medidas ayudan a cambiar este escenario donde el trabajo ha quedado relegado ante la aparición de los planes sociales, reconociendo no obstante que se pretende ayudar al sector turismo, pero en estas circunstancias creo que se debe priorizar retomar la vocación por el trabajo y que estas medidas no ayudan precisamente a eso.

Además, esto no ayuda al pequeño comerciante que si tiene empleados les debe pagar doble si concurren a trabajar por ser feriado, además se complican los trámites de muchas personas que ya tenían turnos tomados para esa fecha y deben reprogramarlos, se pierde también un día de escuela con los problemas que ya tenemos en el terreno educativo, además los estudiantes de la Ciudad Autónoma paran porque no quieren las prácticas laborales, como vemos nadie quiere aprender a trabajar.

Esta metodología será aplicada también en los próximos feriados que se vienen, por lo que serán varios días más los que se pierdan por esta decisión, la verdad así no tenemos destino, si lo que debemos alentar es que el trabajo sea lo que fue en una época, así estamos transitando el camino equivocado. Los gremios también deben poner su cuota de responsabilidad en estas circunstancias y evitar los paros salvajes, como ya tuvimos el ejemplo en estos días donde se paralizó en el país la fabricación de neumáticos, se deberán buscar nuevas maneras de protesta, como por ejemplo lo que hacen los trabajadores japoneses que la protesta la hacen trabajando más horas de las que le corresponden generando un problema de falta de insumos a las empresas.

Será entonces necesario que el próximo gobierno tome nota de esto y se actúe en consecuencia cambiando totalmente este camino y se apunte a dignificar el trabajo como una manera también de que el ser humano se sienta útil en una sociedad cada vez más decadente y recordemos lo que alguna vez nos dijo Discépolo en su tango Cambalache, con el cual me identifico, “da lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que roba, que el que cura o está fuera de la ley”.

Aldo García López
DNI 4974484