Cuando el discurso complica el negocio
FALSAS PROMESAS

Cuando el discurso complica el negocio

Son esas situaciones donde la expectativa que nos generan no tiene relación con la realidad, un discurso “ganador” que nos lleva al extasis, la ansiedad y el deseo exponencial de tener el producto o servicio. En la columna de hoy, el riesgo de las falsas promesas. 

Venía en el auto y de pronto la escuché: “Falsas promesas. Tu cariño mi dolor. Falsas promesas. Me dejaste sin amor. Falsas promesas. Aquí, fui yo el perdedor”. Son esas canciones que se te “pegan” en la memoria y las llevas a todos lados, incluso a la ducha. Un tema que me hizo pensar en esta columna. 

Las “falsas promesas” son esos atajos comerciales que a los empresarios les encanta: “yo te lleno el local”, “va a explotar”. Un anzuelo infalible para quien lo único que quiere es vender un medio sin compromiso con el resultado final. El error está en creer que vender es lo mismo que generar y administrar demanda. Surgen algunas preguntas: 

¿Cómo estoy generando la demanda? 

En primer lugar, vale la pena preguntarse cuales son los esfuerzos que estoy haciendo para encontrar a mis clientes, si los estoy buscando en el lugar adecuado o tan solo estoy emitiendo mensajes masivos, en medios masivos para un público que no conozco ¿Qué les digo, cómo se los digo, qué les propongo, me creen? 

¿Tengo un proceso de venta controlado?

Supongamos ahora que logramos encontrar a esa demanda y que se acerca a mi oferta ¿tenés un diseño de venta acorde a la promesa que hiciste? ¿Sabes cuáles son y como se administran todos los canales de comunicación con los clientes? ¿Hay uniformidad de criterios en las respuestas que estamos ofreciendo? ¿Cuántos clientes perdes en el camino por mala administración?

¿Te relacionas con tus clientes más allá de la venta?

¿Cuáles son los puntos de contacto con tus clientes, sos como las compañías de celulares que solo se relacionan para venderte algo o cuando te perdieron? Encontrar motivos de contacto más allá de la venta hace que al momento de tener la necesidad, seas vos la primer opción. 

Solo algunos puntos para movilizar interrogantes. Solo pretendo visibilizar y derribar el mito que marketing es sinónimo de venta y entender que la gestión entre oferta y demanda es mucho más compleja que “lanzar promesas”. Debemos pensar en un modelo circular donde la generación, administración y el relacionamiento sea un proceso que no tenga principio ni final. Falsas promesas, tu cariño, mi dolor.

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