MARKETING APLICADO

Tiros al aire

Generación de demanda.

No importa lo que hagamos, todos de una u otra mandera vendemos algo. En un mundo hiper competitivo, esa es la premisa. El punto es como lo hacemos y cuáles son las herramientas que usamos para generar la tan preciada demanda. 

Podemos identificar dos modelos, el primero es el que proponen los “garketineros”, un neologismo que agrupa a quienes dicen “venden humo”. Ellos proponen cantidad sobre calidad. Bajo este paradigma, la lógica es tirar tiros al aire, a todo lo que se mueva, ya que se supone que de esa manera a algo le vas a pegar. Una propuesta que se aprovecha de la desesperación de quien tiene que salir rápido al mercado y erosiona los recursos escasos, vaciando la cartuchera de balas. 

El otro modelo, el que te propongo, es el de la generación, gestión y administración de la demanda. Un modelo circular que no tiene principio ni final, una dinámica que una vez iniciada no deberá detenerse jamás y se ubica bien lejos de las reacciones por impulso, que por lo general son costosas y no tienen buenos resultados. 

¿De qué se trata?

El primer paso es identificar quienes son nuestros clientes, con esa definición podemos definir que queremos o podemos venderles y a qué precio. Implica comprender que la venta es una promesa, una expectativa que luego debemos cumplir. En última instancia, definir donde podemos encontrarlos, por que medios. Donde debemos estar presentes y por sobre todas las cosas donde no debemos estar. Cómo los atenderemos una vez que llegan y qué cosas compartiremos con ellos más allá de la venta. 

No se trata de llenar de personas los negocios sino acercarse al cliente ideal. De nada sirve vincularse con alquien que no valora tu producto o servicio, que no quiere o puede pagar por él. Generar demanda es diseñar un negocio y para eso debemos alinear lo que ofrecemos con el medio y mensaje que usamos. Una propuesta de valor que se retroalimenta, en la generación y la administración de la demanda y en el relacionamiento con tus clientes. 

Dejá de tirar tiros al aire, apuntá bien. Defini el perfil ideal de tus clientes, buscalos y orienta todos tus esfuerzos a ellos. Deja la ametralladora, usá balas de plata, no solo serán más efectivas sino menos costosas. Andale, andale!

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