Pese a que el gobierno quiere dar por cerrada la polémica por las vacaciones en una isla caribeña de la titular del PAMI, Luana Volnovich y su pareja, Martín Rodríguez, segundo en la obra social de los jubilados, el escándalo continúa: una diputada los denunció por incumplimiento en los deberes de funcionario público y calificó como muy grave la situación de acefalía en la que quedó la institución.
Ayer por la mañana bien temprano, la portavoz presidencial Gabriela Cerrutti, intentó dar vuelta la página en su habitual conferencia de prensa. “El tema está terminado, pasemos a lo que realmente le importa a la gente. El gobierno no puede detenerse en contestar lo mismo cuando hay una cantidad de temas más importantes, como el crecimiento económico o la posibilidad del acuerdo con el FMI”, indicó.
El problema es que había sido el mismo Ejecutivo el que a comienzos de semana había deslizado que, ante la imposibilidad de eyectar de su cargo a la dirigente camporista -protegida por Cristina y Máximo Kirchner-, Rodríguez podría dejar su función por un tema “ético” como una forma de encontrar una solución al conflicto. Es que no han sido pocas las voces oficiales que han destacado la “incompatibilidad” de esa relación con la conducción de un organismo tan importante no sólo por la cuestión ética sino por eventuales problemas administrativos.
El jefe político camporista de Hurlingham y la funcionaria retomaron funciones el pasado lunes luego de pasar unos 10 días de vacaciones en la isla Holbox, en las cercanías de Cancún. El viaje tuvo lugar en medio de la crisis económica. del aumento de contagios de Covid-19, la ola de calor y, además, puso en contradicción la bajada de línea presidencial de que los integrantes del gabinete vacacionaran en el país habida cuenta de la escasez de dólares.
Lo cierto es que pasado el mediodía de ayer la diputada Graciela Ocaña (Juntos por el Cambio) finalmente denunció a Volnovich y Rodríguez en el juzgado federal 6, subrogado por Daniel Rafecas, por el supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y malversación de caudales públicos.
En la presentación judicial, la denunciante remarca que ambos funcionarios “no podían desconocer esta situación (de desamparo de los jubilados), y sin embargo, actuando con total desprecio por las normas que reglamentan el ejercicio de su cargo y por el bienestar de los afiliados, optaron por realizar este viaje juntos para disfrutar las playas del Caribe mexicano sin importarles las consecuencias”.
Por la tarde, la diputada bonaerense explicó a este diario que “fuimos a la Justicia porque el presidente no puede tomar decisiones al respecto porque su Vicepresidenta se lo impide. Pero lo que ha sucedido es muy grave, más allá de lo ético lo grave es que han dejado al PAMI sin conducción incumpliendo con sus deberes. Atiende a más 5 millones de beneficiarios y se fueron por más de 10 días las 2 cabezas del organismo dejando a los jubilados a la deriva”.
Un rato antes, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en ocasión de presentar la situación epidemiológica y la autorización de Pfizer para su vacuna pediátrica, se negó a contestar la consulta de este diario sobre si la relación de ambos funcionarios no resultaba incompatible en un organismo que encima da prestaciones de salud. “La verdad es una conferencia de prensa para hablar de la situación epidemiológica, de un contrato nuevo de vacunas y de la cobertura del plan de vacunación.
Hoy la vocera del gobierno contestó en nombre de todo el gobierno lo que opina así que preferiría seguir con las preguntas del tema”, sentenció, evidentemente ofuscada.
Es que el viaje caribeño de la pareja de funcionarios camporistas no cayó bien en el seno del Ejecutivo, De hecho, la titular de Salud no salió a respaldar a Volnovich, como tampoco lo había hecho el gobernador bonaerense Axel Kicillof a comienzos de semana, también en rueda de prensa desde Casa Rosada.
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