Es Economista y exvicepresidente de Costa Rica (1994-1998), exministro de Vivienda, exministro Coordinador de Asuntos Económicos y Sociales y exviceministro de Hacienda. En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, fue secretaria general Adjunta y Administradora Asociada, ex directora regional para América Latina y el Caribe. Fue la primera mujer secretaria general de la Conferencia Iberoamericana (2014-2021). El 13 de septiembre de 2021 se incorporó como la primera mujer al frente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
- Usted llegó hace apenas u- Como secretaria general, ¿cómo piensa tender puentes entre todas las regiones del mundo representadas en la Unctad?
- Mis primeros años de carrera internacional estuvieron ligados a América Latina y el Caribe, y recientemente a las relaciones iberoamericanas. En mis cuatro años como Administradora Asociada del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, también estuve muy involucrada en cuestiones globales. Así fue como allí, como aquí, me di cuenta de la importancia de profundizar en las relaciones entre las regiones... ¡Increíblemente, las regiones no se conocen mucho! He hablado de la importancia de la cooperación Sur-Sur, que debemos profundizar en Ginebra. Ahora, prefiero llamarla "cooperación horizontal".
Lo bueno de ella es que, cuando los países que viven retos similares intercambian experiencias y conocimientos, se obtiene una perspectiva diferente. En la "cooperación vertical", como me gusta llamarla, es como si los problemas estuvieran en un lado y las soluciones en el otro. "¡Yo tengo la solución, pero tú tienes el problema!". ¡Y yo no creo en eso! Todos tenemos problemas y la capacidad de proponer soluciones. Especialmente en la Conferencia Iberoamericana, mi lema sobre la cooperación horizontal ha sido: ningún país es tan rico que no tenga nada que aprender, y ningún país es tan pobre que no tenga nada que ofrecer o enseñar.
- ¿Cuáles son los principales retos económicos y sociales a los que se enfrenta la población de los países en desarrollo de estas regiones en general y a causa de la pandemia del Covid-19?
- La pandemia ha profundizado las desigualdades y asimetrías del mundo. Este es el principal reto que hay que abordar. Ya estábamos en una crisis medioambiental, no solo el cambio climático sino también la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas que sustentan la vida. Luego llegó la pandemia, una crisis de múltiples capas: una crisis sanitaria, social y económica. Como ejemplo, en un año, América Latina perdió dos décadas de progreso en la lucha contra la pobreza extrema.
Otros países en desarrollo perdieron años de esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en la lucha contra las desigualdades y la pobreza. Entonces, ¿lo que llamamos "desarrollo" es realmente desarrollo? ¡No se pueden perder dos décadas de progreso en materia de pobreza extrema en un año! Evidentemente, hay algo que no estamos midiendo bien. Aceptamos indicadores unidimensionales que nos dan una instantánea, un momento en el tiempo, pero no nos cuentan una historia. No nos muestran un camino.
Si el desarrollo no se construye sobre la base de los Objetivos y la Agenda 2030, si nuestros objetivos no están impregnados del lema de hoy, la resiliencia, no conseguiremos un desarrollo sostenible. Y la única manera de hacer frente a los retos compartidos es a través de un multilateralismo mucho más fuerte y reforzado.
El paradigma del desarrollo tiene que cambiar. Los pilares económico, social y medioambiental de la Agenda 2030 y los Objetivos son la única solución que el mundo tiene ahora. Tenemos que dejar que los indicadores de este nuevo paradigma guíen las decisiones sobre nuestras políticas económicas, sociales y medioambientales, o seguiremos tomando las decisiones equivocadas.
- ¿Qué significan entonces los resultados de la decimoquinta Conferencia cuatrienal para el multilateralismo, la comunidad internacional y la secretaría de la Unctad?
- Para empezar, debo agradecer al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, su presencia en Barbados en la inauguración de la Conferencia. Mi más sincero agradecimiento también al presidente Uhuru Kenyatta de Kenia, y a la primera ministra Mia Amor Mottley de Barbados por su firme y activa participación como presidenta de la Conferencia. Esta Conferencia fue una serie de "primicias". La primera conferencia económica sobre comercio y desarrollo de la era Covid-19. La primera en un formato híbrido, en parte presencial y en parte en línea, un verdadero desafío técnico. La primera en el esfuerzo consciente por la inclusividad en la participación de los países.
Mediante acuerdos, los coordinadores residentes de las Naciones Unidas abrieron sus instalaciones a los participantes de los países más vulnerables. Una plataforma en línea permitió la conexión en 16 lugares para los países menos desarrollados, que a menudo carecen de una conectividad adecuada. La defensa de la composición universal de la Conferencia para establecer el diálogo y buscar soluciones de forma conjunta es fundamental. Además, esta era la primera conferencia cuatrienal que se celebraba sobre un pequeño estado insular en desarrollo, un PEID.
Su vulnerabilidad estuvo en el centro de los debates. La primera ministra Mottley se refirió a las dificultades de los PEID para acceder a las vacunas Covid-19, a la realidad de la inseguridad alimentaria, como compradores/importadores netos de alimentos en medio de las interrupciones del comercio internacional y los altos costes del transporte marítimo, y a la cuestión de la financiación de la adaptación al cambio climático. La mitigación no es el único problema para nuestros países en desarrollo. En Barbados, hemos visto cómo las zonas costeras se han hecho más resistentes a los efectos del cambio climático. Han tenido que sacar recursos de la protección social, la educación y la sanidad, y destinarlos a medidas de adaptación.
Por último, en nuestro resultado negociado, el comercio y el desarrollo son multidimensionales: destacan los vínculos con el medio ambiente, el clima, la macroeconomía, la deuda, los flujos ilícitos, la movilización de recursos y la financiación.
(*) Editora en la Unctad. Entrevista originalmente publicada en UN Today.
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