En el mes de la discapacidad nos pusimos como objetivo fusionar el desafío de tener ciertas capacidades especiales y aplicarlas a la posibilidad de comprometerse y comunicar buenos ejemplos a través del arte.
Descubrir a Nahuel fue más que una sorpresa. Fue impactante escuchar su voz y ver cómo fluye en armonía con su perfecta manera de tocar la guitarra. Su popularidad (con más de 200.000 seguidores en las redes sociales, ganador de diferentes premios nacionales y nominado a los premios Grammy para América Latina), sus apenas 31 años y sus giras por todo el mundo sólo confirmaron parte de la experiencia. Que fuera ciego, y que -como tal- utilizara una técnica increíble para tocar el instrumento, me hizo -literalmente- caer de la silla.
Mientras la guitarra descansa sobre sus piernas, su mano izquierda marca el tempo para la mano derecha, que recorre un camino preciso sobre un diapasón estándar: una combinación de movimientos que forman parte de algo extremadamente inusual. Cualquiera que toque un instrumento de cuerda sabe exactamente de qué se trata. Su técnica representa la inversión de todo lo aprendido, representa reformular el instrumento desde cero. Me pareció oportuno entonces ponerme en contacto para escuchar la canción de su vida en primera persona.
¿Quién es él realmente?
Criado en Florencio Varela -Provincia de Buenos Aires-, por sus padres y abuelos, y formando parte de un equipo de cuatro hermanos, fue -según él- "Feliz de haber tenido una vida muy linda, aunque difícil, siempre alegre", donde la música fue siempre su "bandera", su fundamento, mientras vivía una vida "normal", muy parecida a la que sigue viviendo. Es un hombre de familia, le gusta tomar mate con los amigos, jugar al fútbol y -dice-, nunca se ha sentido una persona con discapacidad. El hecho de no poder ver no ha sido un problema ni un tema de conversación en casa. Al contrario, y de nuevo menciona: "Siempre me han educado de forma "normal".
Sus composiciones e interpretaciones se refieren a lo que percibe, definiendo que "hay muchas imágenes que no necesito ver". Le gusta pensar en metáforas, aprendiendo a mirar las cosas de otra manera, definiéndose como "agradecido por el simple hecho de poder ser y hacer lo que le gusta", lo que representa no sólo un desafío para él, sino también para todos los que les gusta cantar.
Si lo intentás lo vas a conseguir
Aprender un instrumento lleva tiempo. Llegar a interpretar obras tan complejas puede ser parte de un talento especial y único, pero también de una perseverancia interminable. La versión de "Ojalá" del compositor Silvio Rodríguez, es un claro ejemplo. Nahuel vuelve a insistir en que hay que dejar de lado el concepto de discapacidad, remarcando que "Todas las personas tienen que tener perseverancia en lo que hacen", y añade: "Gracias a Dios nací con una virtud hacia la música, pero -como todo- esa virtud hay que pulirla con el tiempo".
Está claro que su fuerza interior le ha permitido plantarse de cara a la vida y aplastar esa horrible palabra llamada "discapacidad", una palabra que segrega, que hiere, que frustra -sobre todo a aquellos que carecen de motivación y permiten que el sistema los ubique en un lugar de constante vulnerabilidad. "La familia y el entorno son muy importantes", señala Nahuel y añade: "Nunca crecí pensando que por mi ceguera no podría hacer ciertas cosas. Es cierto, no voy a poder pilotar aviones, pero puedo ser feliz haciendo lo que me gusta".
Entonces, ¿cuál es la receta? ¿Cómo motivar a los que no han tenido una familia integradora, una familia que te enseñe a actuar con actitud ante los desafíos de la vida? Según Nahuel, "Hay que pensar en las cosas que nos hacen bien, las que tenemos y valoramos. No poder ver debe ser -para mucha gente-, algo difícil, algo duro, pero hay mucho más que poder ver, tratemos de aprender desde ese lugar."
Renacido
Su cuarto y último disco, "Renacer", se ha convertido en una obra maestra muy popular, muy familiar y muy versátil. Le canta a su madre, a su mujer y, sobre todo, a los problemas sociales de los chicos que viven en la calle. ¿Lo escuchaste?
(*) Este artículo fue publicado originalmente en UN Today.
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