El pasado 26 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Etiquetado Frontal en la Argentina y si bien aún no está reglamentada, cuando entre en vigencia nos va a facilitar la vida a muchas personas.
En lo personal, soy diabética y muchas veces pierdo tiempo buscando aquellos productos que sí puedo consumir, ya que la publicidad es engañosa: no todo lo light es sin azúcar, por ejemplo.
Esta ley no va a evitar que comamos cosas que no son saludables, para eso es necesaria una buena educación alimentaria, pero un etiquetado claro nos va a permitir saber qué es lo que estamos comiendo y ser más conscientes de ello.
El etiquetado frontal no es nuevo en Latinoamérica, Chile, Perú y México ya lo tienen y en primer momento esto ha tenido un impacto positivo en la población. Creo que es un paso necesario ya que en la actualidad, 7 de cada 10 argentinos tiene sobrepeso o es obeso, con los riesgos de salud que esto conlleva.
Debemos trabajar la alimentación consciente y saludable desde las aulas aun en las edades más tempranas. Los niños muchas veces son los impulsores de los cambios de conducta en sus mayores y otro punto que encuentro muy positivo en esta ley es que aquellos productos que estén etiquetados no se van a poder vender en los kioscos escolares.
En lo personal, espero con ansias ver esos octógonos negros en las góndolas, lo más pronto posible.
Natalia Eusebi, candidata a Consejera Escolar del Frente Vamos con Vos
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