A dos semanas de las elecciones, la suerte de la campaña de las dos principales coaliciones “parece estar echada” y las principales discusiones están enfocadas en el armado poselectoral. En el oficialismo se discute la mayor o menor influencia de los diversos sectores y en “Juntos” la definición de liderazgos. “Tenemos que rearmarnos fuerte para gobernar 2 años”, se sinceró una de las principales espadas del Gobierno.
Aunque en la oposición mantengan hacia el afuera un discurso optimista en relación a repetir la victoria electoral de las primarias en la Provincia, algunos dirigentes no ocultan que es probable que haya un “acortamiento” de la ventaja de 5 puntos con la boleta de “Todos”, no solo producto del denominado “plan platita” sino por el despliegue territorial en el Conurbano de parte de punteros y referentes sociales y hasta los cientos de remises “georeferenciados” hacia los votantes que se ausentaron en las PASO.
El uso de estas herramientas tecnológicas no sería la única similitud con la maquinaria que supo construir Marcos Peña durante el macrismo. Es sabido que Alberto Fernández, que hasta hace poco renegaba del marketing de la política, tuvo que recurrir al consultor catalán Antoni Rubí Gutiérrez y su campaña del “Sí”.
Discurso de barricada
En esa ambigüedad que lo caracteriza, el jefe de Estado decidió hacer un paréntesis entre los consejos de su asesor y recurrió una vez más al discurso de barricada durante la conmemoración del 11ª aniversario del fallecimiento de Néstor Kirchner en el estadio de Deportivo Morón. Al igual que el sorprendentemente ideologizado ministro Martín Guzmán (Economía) -que acusó al Fondo de haber financiado la campaña presidencial de Mauricio Macri en 2019-, la emprendió contra el organismo de crédito y aseguró que no pagará la deuda “con el hambre de pueblo”.
Ayer, de gira por Roma, siguió en la misma sintonía y replicó que “la deuda externa que mi Gobierno heredó con el Fondo Monetario Internacional y que hoy estamos afrontando es un claro ejemplo de lo que está mal”.
A dos puntas
Es decir, el Presidente combina audiencias con la titular del organismo internacional, Kristalina Giorgierva, y un apretón de manos con el presidente norteamericano Joe Biden, de indudable peso en el board del Fondo, con una dialéctica dura contra la misma institución. La misma que había evitado hace 15 días en la reunión con líderes empresarios en Casa Rosada, en la que les pronosticó que el acuerdo por la deuda externa llegaría durante el primer trimestre de 2022.
Si hay dudas sobre cómo el Ejecutivo encarará en diciembre próximo un entendimiento con el organismo de crédito multilateral, parecería claro que tras los comicios habrá un cambio de gabinete para relanzar la segunda mitad del mandato de Fernández. “Va a depender de él si quiere ejercer su liderazgo”, asumió un funcionario de extrema confianza del jefe de Estado, que no oculta las internas que asolan a la coalición oficial y que el principal desafío para lo que viene es bajar la inflación.
Fernández resiste la presión del kirchnerismo para eyectar a Guzmán de Hacienda, pero podría conceder otros cambios en el equipo económico. Nuevamente arrecian las versiones sobre eventuales “fusiones” en el área económica que den otra impronta a la gestión. Pese a estos ruidos internos, en el oficialismo buscan unificar el discurso para seducir al “voto duro” rumbo a las Generales pero con el objetivo también de evitar que el Frente de Todos camine hacia la disolución.
Acusaciones a empresarios
Al endurecimiento de varios funcionarios con el FMI se le suma la acusación a los empresarios y a los “formadores de precios” por su supuesta responsabilidad en el rebrote inflacionario. Nada se dice de la influencia sobre este fenómeno que tendría el nivel de emisión para cubrir el déficit fiscal, justo en los días que el Gobierno cubano reconoce que la emisión de dinero es un factor importante en la pérdida del valor de la moneda.
Los buenos datos económicos, el nivel de actividad que mide el Indec confirmó el alza en actividades como construcción e industria y cierta recuperación del consumo por las ventas en supermercados, contrastan con la incertidumbre sobre el rumbo con el que se orientará desde diciembre la Casa Rosada.
Reformas
En “Juntos” conocen de esta indefinición por eso minimizan el llamado a un acuerdo político con el que había coqueteado el oficialismo para el escenario poselectoral. Sí coinciden en que las reformas necesarias, en el rubro laboral, previsional e impositivo, requerirán del consenso de una amplia mayoría del sistema político para que logren ser implementadas. Pero en Juntos dicen que las continuas agresiones verbales del oficialismo no generan el clima para un acuerdo y más aún si el Gobierno no tiene un plan económico.
Los candidatos bonaerenses Diego Santilli y Facundo Manes continúan con sus recorridas por el interior de la Provincia. Desde Bahía Blanca pidieron el voto “para quitarle la mayoría al kirchnerismo” en el Congreso y lograr así mejoras en educación, producción y seguridad.
La visita del neurólogo del viernes a Santa Fe para acompañar a la periodista Carolina Losada, que busca ganar dos bancas para el Senado para la UCR por primera vez en la historia, contribuye a “nacionalizar” su figura y ser uno de los nombres que pondrá sobre la mesa el radicalismo en el escenario poselectoral.
Uno de los dirigentes ausentes en el estadio del barrio porteño de Caballito fue Martín Lousteau. El senador ayer realizó junto al economista platense Martín Tetaz su propio homenaje al “padre de la democracia”. Es que lo que viene para Juntos, en caso de confirmarse una victoria en los comicios de medio término, es la disputa por los liderazgos.
Macri, la indagatoria y más
Si bien es cierto que solo un limitado grupo de dirigentes amarillos, entre las que se contaba la exministra de Seguridad, acompañó a Macri en su frustrada indagatoria al juzgado federal de Dolores, el expresidente sigue siendo convocado para participar de actos de campaña ya sea en Córdoba o en el propio territorio bonaerense.
La disputa por lograr la mayoría en ambas cámaras del Congreso nacional ha ido cobrando intensidad porque por primera vez desde 1983 el justicialismo podría perder el quórum propio en el Senado.
Los incidentes judiciales que se produjeron después que el juez Bava resolviera citar a Macri, son considerados en Juntos como una maniobra electoralista y no descartan que nuevas decisiones del magistrado generen un clima que no ayuda a la convivencia democrática por las fechas elegidas para citar a una indagatoria al expresidente.
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