Juan Manzur trabaja intensamente para conseguir revertir los resultados electorales de las primarias del 12 de septiembre.
Juan Manzur trabaja intensamente para conseguir revertir los resultados electorales de las primarias del 12 de septiembre.
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Legislativas: “Juntos” procura fidelizar su voto; el oficialismo, el “Sí se puede”

Mientras convive con diferencias que cada tanto salen a luz, el Gobierno apuesta a un nuevo discurso, con asistencia directa y promesas de un mejor porvenir. La estrategia de la oposición “unida”, y el regreso de Macri y su agenda judicial.

A casi un mes de las elecciones generales, que definirán no solo el mapa del futuro Congreso, sino el rumbo que tendrá el Gobierno hasta 2023, el oficialismo y la oposición pelean por un universo de 900 mil votos en la Provincia, pero también en distritos, como La Pampa o Chubut, que podrían arrebatarle la mayoría que detenta Cristina Kirchner en el Senado. Si el Frente de Todos apuesta a reconquistar los sufragios perdidos –el espíritu positivista de la flamante campaña del “Sí” y las ayudas varias otorgadas en las últimas semanas así lo demuestran-, el principal armado opositor apuesta a fidelizar lo cosechado en las primarias y a sumar adhesiones entre quienes optaron por espacios políticos afines.
Ayer comenzaron a viralizarse los primeros spots de la campaña que el consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí diseñó para encarrilar la estrategia proselitista de “Todos”, con un “sí” al trabajo, a la producción, a la educación, al turismo, es decir, a los rubros afectados por la pandemia. Detrás de la explicación psicológica que suelen abundar los estrategas para el uso de la palabra mágica (el Sí), incluida por Alberto Fernández en forma nada ingenua en sus últimos discursos, está el intento del oficialismo por dejar atrás la sensación de incertidumbre hacia el futuro que envuelve a gran parte del electorado.
Para ello buscan llegar no solo con “poner platita en el bolsillo” –el leitmotiv que blanqueó el candidato Daniel Gollán- sino cambiando  de fondo el discurso oficial. Y mostrar, pese a las tensiones internas, imágenes de unidad como la retratada el último jueves en la cancha de Nueva Chicago entre dirigentes del Movimiento Evita, como Emilio Pérsico, y Máximo Kirchner, que tendrá que domesticar a los cuadros de “La Cámpora” que rivalizan con los popes de las organizaciones sociales.
Si bien las discrepancias quedaron expuestas en el multitudinario evento -no contenta a los dirigentes sociales la iniciativa oficial de pasar a beneficios del Potenciar Trabajo a puestos de empleo formal en forma sectorizada (construcción, agro o textiles)-, sí hay coincidencia en todos los sectores en la necesidad de “caminar la calle” y dar por terminados los tiempos aciagos de la pandemia. Es decir, ir a buscar los votos casa por casa y convencer a quienes no fueron a sufragar o directamente eligieron otras propuestas electorales. “Mover las estructuras”, lo graficó un dirigente bonaerense, a través de las terminales que los movimientos sociales o los gremios tienen en las barriadas del Conurbano. La calificada fuente consultada, optimista, arriesgó que se pueden “recuperar 2 ó 3 puntos en la Provincia” aceitando estos mecanismos que van desde “pagar y dar de comer a los fiscales”, hasta el trabajo territorial con el asistencialismo. Otro desafío de los “punteros” barriales será seducir a los miles de votantes evangélicos y católicos que le dieron la espalda al oficialismo por la sanción del aborto legal. “En un contexto de crisis, estas cuestiones pesan y por eso no hubo apoyo en las PASO”, consignó.

Manzur reparte juego
En Casa Rosada, en tanto, apuestan por los “talentos” de Juan Manzur, el jefe de Gabinete que reparte sus horas entre la gestión nacional y la tucumana, en “el aparataje” -como lo definió un estrecho colaborador- que permita a “Todos” conseguir revertir la derrota del 12 de septiembre. Esta semana, se pudo saber, el funcionario estuvo definiendo medidas para formalizar la fiscalización en Tucumán. “Es que muchos intendentes no le quieren pedir la plata a Osvaldo Jaldo”, indicó la fuente consultada, al referirse al vice a cargo de la gobernación, enfrentado con el reemplazante de Santiago Cafiero.
El jefe de Gabinete recibe a todos los sectores y a todos les promete asistencia. Pero también escucha reproches y pedidos para que el Gobierno ponga en marcha medidas de asistencia directa, como “el salario universal”, hoy limitado por cuestiones fiscales. En una de esas audiencias, se enteró que la CTA Autónoma y algunos movimientos sociales, como el del reaparecido Luis D´Elia, realizarán el miércoles próximo una marcha al Congreso para rechazar el presupuesto presentado por Martín Guzmán y un eventual acuerdo con el FMI. “Ya pasa la pandemia y la gente vuelve a la calle. Algo hay que ofrecer para calmar los ánimos”, dijo a este medio un dirigente del variopinto entramado oficial.
El tucumano hizo saber que hoy se enfoca en su gestión porque su continuidad en el Ejecutivo dependerá de los resultados del 14 de noviembre. Una derrota dura podría devolverlo a su terruño. Es la misma incertidumbre que se percibe en otras oficinas de gabinete. Ayer Presidencia comunicó el desplazamiento de Paula Español de la secretaría de Comercio Interior –será reemplazada por Roberto Feletti, otro economista de cuño kirchnerista- y su desembarco en el ministerio del Interior. Se trata de una mudanza forzada: no se llevaba bien con el ministro Matías Kulfas (Producción) y al área donde recaerá, la articulación con las provincias de la cartera política, ya tiene a otra economista como Silvina Batakis, exministra del área de la gobernación de Daniel Scioli.
El frente judicial, asimismo, se metió en la campaña. El Ejecutivo no reaccionó a la renuncia de la jueza Elena Highton de Nolasco a la Corte Suprema y su propuesta de reemplazo quedará para después de los comicios. Tampoco desde Casa Rosada hubo declaraciones sobre el fallo que exoneró a Cristina Kirchner de su acusación por el Pacto con Irán.
Sí en el oficialismo buscaron castigar a Mauricio Macri. Mientras que en el entorno del exmandatario, aseguran que se trata de una “causa política”, pero que igual concurrirá a declarar el próximo 20 de octubre. Patricia Bullrich, titular del PRO, salió a pedirle al juez Martín Bava que le reprograme la citación.
El candidato bonaerense de “Juntos”, Diego Santilli, sigue visitando distritos y ayer estuvo en Mar del Plata. En el entorno del exvicejefe porteño explican que seguirá mostrándose con Facundo Manes superadas las normales asperezas de la interna y consideran que la prioridad es consolidar “el mensaje de unidad para cuidar a los 3.260.000 votantes de las PASO”. Después, los estrategas de campaña buscarán avanzar sobre el otro universo posible de votantes que, estiman, en unas 900 mil personas. El mapeo sobre este colectivo está integrado por “350 mil ausentes, 300 mil que quedaron sin representación y 230 mil de fuerzas afines que sí superaron el 1.5% (donde tallaría el voto útil o el voto al ganador)”. En este sentido, explicaron que “podemos crecer en el marco de ese universo. Pero esa es la segunda etapa de campaña”. Para el oficialismo, paradójicamente, el rastreo urgente de votantes que le fueron esquivos es lo que definirá su suerte. En la oposición esperan más errores “no forzados” del Gobierno, en tanto insistirán que en las próximas elecciones se definirá también el futuro institucional de la República.

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