Hace unos días, después de la PASO, donde el peronismo sufrió una derrota sin precedentes, aparecieron manifestaciones de algunos dirigentes políticos, como las de Milei y Vallejos, que representan a la nueva dirigencia política en nuestro país y con mucho desagrado vemos cómo en sus declaraciones descalifican a un expresidente como Raúl Alfonsín y al actual presidente Alberto Fernández, sin tener el más mínimo respeto por la investidura presidencial.
Entonces uno se pregunta si estos nuevos dirigentes son una muestra de la nueva clase política, porque si es así, sinceramente, estamos en serios problemas, sobre todo si queremos que aparezcan dirigentes que inicien un cambio profundo de la dirigencia que tenemos.
Estas actitudes tienen que ver con la pérdida de valores y respeto a las autoridades por parte de las generaciones que nos precedieron y va a ser muy difícil de modificar.
¿Sabrá Milei quién fue realmente Raúl Alfonsín? Su conducta, su honestidad, un líder ejemplar al cual aún hoy se lo recuerda como un político en extinción. Deberá Milei reconocer en algún momento su error y la falta de respeto cometida.
¿Sabrá Vallejos el sentido de la palabra respeto cuando se dirige en los términos que los hizo, cuando se refiere al actual presidente? ¿Le habrán enseñado en su casa o en la escuela las conductas a seguir hacia las instituciones o personas que las representan?
Lo lamentable de todo esto es que se trata de personas que ocupan cargos: una es diputada nacional y el otro, casi con seguridad, lo será. ¿Qué ejemplo le estamos dando a nuestra juventud si representantes del pueblo se conducen de esta manera, cuando deberían ser ejemplo para la sociedad?
Esta es una muestra de por qué estamos como estamos. Hemos perdido el respeto hacia los mayores, hacia la autoridad constituida, hacia las instituciones. Estoy convencido de que debemos comenzar a trabajar este tema desde la escuela, lo antes posible, ya que los chicos son los que más rápido aprenden cambios de conductas, que son hoy imprescindibles para comenzar a modificar esta situación.
Me despido con una frase de Eduardo Alighieri, que hago mía: “La grandeza de una persona está en su corazón, en su forma respetuosa de tratar a los demás, en su humildad”.
Por Aldo García López
DNI 4.974.484
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