MARKETING APLICADO

Ricky

Una marca que es una maravilla.

Qué tendrá ese petiso para ser tan diferente, ese secreto, que me lo diga. Dónde está la clave, cuál es el motivo. Cómo es este asunto, dígame donde lo guarda, donde lo tiene escondido. En la columna de hoy, Ricky. Una marca que es una maravilla. 
Simple, concreto y con un par de herramientas para empezar la obra. Del norte, un cantante tropical con la idea de hacerse un lugar en capital sin los “dotes físicos” que la sociedad demanda. El petiso hizo fortaleza de una debilidad aparente y fue detrás de su sueño. 
Con el doble sentido en sus letras, propio de la época, Ricky generaba complicidades en los carnavales cariocas de muchas generaciones de argentinos. Sin distinciones sociales, los “hitazos” se bailaban en todas las fiestas contagiando alegría pero a su “himno” le faltaba un rasgo, una bandera que opere como su representación visual. 
El gesto con su flequillo, los deditos y la mirada detenida o el cruce de piernas fueron su marca registrada. Rúbrica que en muchos casos fueron fuente de inspiración para imitaciones y tatuajes. En el cumple de quince, en el casamiento o al final del bailongo ¿quién no bailo con él?
Pero no es esta una crónica del éxito que todos conocemos sino el reconocimiento de una nueva etapa. Con el capital y el poder de esa marca, creada, cuidada y potenciada durante años hoy Luis Ricardo Aguirre (nombre real del artista) tiene en sus manos a Ricky, una fuente de ingresos inagotable que se resignifica y cobra valor en otros mercados. Ahí está la virtud. 
La noticia, que quizá muchos desconozcan es que existe “La granja de Zenon”, una fábula infantil que cuenta con millones de visualizaciones en youtube donde nuestro Ricky Maravilla resurge, en un nuevo contexto y para otro público, como una bandera de la diversión. Notable! 
Inoxidable, como toda marca bien gestionada. Ojalá esta columna haya respondido a la pregunta. ¿Qué tendrá el petiso? Desde la bailanta hasta los  contenidos infantiles. Podés ser un genio en lo tuyo, un dotado y quizá no te vaya bien. Por el contrario, podés definir dos o tres cuestiones y orientar tu identidad clara, coherente, consisa y meterle mucho trabajo. Como Ricky, que tiene una marca que es una maravilla y ahora si, el petiso: tiene mucha plata.