El sendero electoral que hoy comenzarán a recorrer las diferentes fuerzas políticas con las elecciones Primarias no solo definirá la reorganización del Congreso a partir del 10 de diciembre, sino la definición de liderazgos en el amplio espectro de la oposición -como la puja entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta en “Juntos”-, sino que para el Gobierno servirá para definir de qué forma Alberto Fernández podrá gobernar el resto de su mandato: con una agenda consensuada entre los pilares de “Todos” o bien deberá atender el rumbo que prefiere Cristina Kirchner.
Es que el trasfondo político de las PASO, y luego de las generales del 14 de noviembre, supera en importancia a la elección de diputados y senadores del Parlamento. Los resultados de los comicios, por ejemplo, servirán para definir la magnitud de la probable “oxigenación” del Gabinete que en diciembre implementará el Presidente. En el cierre de la campaña del último jueves, la Vicepresidenta fue muy clara en cómo deben ser los funcionarios –“tercos para lograr lo que tienen hacer”-, en una nueva crítica hacia el actual equipo de gobierno de Alberto Fernández.
La mira en el Gabinete
La pelea por la Jefatura de Gabinete -donde Alberto Fernández pelea por la continuidad de Santiago Cafiero, a quien avala no solo por la confianza que le dispensa- y una eventual fusión de ministerios, para darle una impronta más poderosa a la obra pública, son algunas de las modificaciones por las que presiona el kirchnerismo.
En Casa Rosada sostienen que antes de cualquier especulación –“tampoco está Messi en el banco”, se permitió bromear un funcionario-, habrá que aguardar los resultados de los comicios. Saben que la campaña para las generales “será distinta” y también dependerá del éxito o no que el oficialismo obtenga en la provincia de Buenos Aires este domingo. “Nos votaron para estar mejor y no se notó por la pandemia, esa angustia es entendible. Pero en la medida que todo se normalice vamos a tener un tercer trimestre de mucho aumento” en la actividad, fundamentó una alta fuente gubernamental consultada por este diario, que admitió que la suba del consumo también se hace desear porque depende una recuperación plena “de la masa salarial y del empleo”. En el sector privado hay solamente 3.000.000 de trabajadores en blanco.
La gestión
Consciente de que llega a los comicios con un escenario difícil, para el día después de la votación el Gobierno prevé dejar de lado la polarización con el macrismo y concentrarse en la gestión. Por ello, en las próximas semanas podría anunciar un nuevo “plan de incentivos para el consumo” y, si la pandemia lo permite, abrir el turismo extranjero al país para octubre próximo. No solo se buscará cimentar la sensación de nueva normalidad sino buscar los dólares que traerán los visitantes a la Argentina, en medio de la presión de la divisa de la última semana. El temor a una nueva crisis cambiaria persiste.
Tensiones en la oposición
La oposición también deberá lidiar con tensiones propias. A las fricciones entre los equipos de Diego Santilli y Facundo Manes en la Provincia, se le suman las propias internas en el PRO. Esas que esconden la puja mayor para definir quién liderará a “Juntos” de cara a las presidenciales de 2023. La reaparición de Mauricio Macri obligó a endurecer el discurso de campaña de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. La oposición no se negará al diálogo, pero sostiene que las negociaciones deben ser sobre un plan económico.
También habrá que esperar en qué condiciones quedarán los representantes de la UCR, envalentonados por la candidatura de Manes y por la reciente victoria en Corrientes del gobernador Gustavo Valdés.
La renovación
En el Senado este año se renuevan 24 de las 72 bancas y el armado opositor pelea por arrebatar el quórum de 37 escaños que hoy detenta el Frente de Todos, que descuenta retenerlo.
En Diputados se renovarán 127 de las 257 bancas. El oficialismo hoy cuenta 120 diputados -aspira a renovar 51- y buscará sumar adhesiones propias que le eviten tener que negociar el quórum (de 129) con los bloques provinciales aliados. Esa dificultad se vio en la imposibilidad de avanzar en la reforma a la Justicia que busca Fernández, su poderosa vicepresidenta, y que despierta tantas dudas.
El mayor bloque opositor, en tanto, buscará revalidar 60 bancas de las actuales 115, que habían asumido con la resonante victoria del macrismo en 2017. Parecería difícil que vuelva a sumar adhesiones como las que registró en aquella “primavera macrista”, en el único año de esa administración en la que el salario real le ganó a la inflación.
Los sondeos previos, con todo, prevén que no haya un gran desbalance de poder entre las dos coaliciones políticas que juegan a la grieta, al menos, desde hace seis años. Si para la oposición los comicios favorecerían la definición - o no- de nuevos liderazgos, para el Ejecutivo servirá para plebiscitar la gestión de Fernández marcada por la pandemia y por la puja interna devenida del experimento que ideó la ex presidenta en mayo de 2019.
A falta de la “heladera llena”, parecería valer la promesa de consolidar un proyecto que recién en un futuro podría garantizar “la vida que queremos”. Para el ambicioso armado de Máximo Kirchner, el objetivo es otro. Seguir poblando segundas líneas del organigrama estatal o apostar a la construcción territorial con candidaturas en Lomas de Zamora o Avellaneda para intentar sumar intendencias en 2023. En los hechos solo hubo un tibio llamado a movilizar en esta campaña: con la presentación de los candidatos locales en Quilmes, el único distrito que gobierna una dirigente de ese espacio, como Mayra Mendoza. Se trata, en última instancia, de una pulseada con destino incierto. El mismo que tiene la coalición electoral que supo ganar las presidenciales de 2019. Mientras tanto, la oposición se esperanza con la incorporación de sectores que no la acompañaron en aquellos comicios.
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