Facundo Manes reúne seguidores y pide debatir, ante la negativa de Diego Santilli.
Facundo Manes reúne seguidores y pide debatir, ante la negativa de Diego Santilli.
PANORAMA PROVINCIAL

Un capítulo que no se termina de escribir, el principal desvelo oficial

La ominosa celebridad que alcanzó el festejo de cumpleaños de la pareja de Alberto Fernández en plena etapa de cierre total dispuesta por el propio Presidente durante la cuarentena estricta, se ha transformado en un elemento perturbador para el Frente de Todos. Nadie atina a definirlo como un temido “cisne negro” en plena campaña, pero hay quienes reconocen que ha generado un daño sobre el espacio oficialista en la Provincia. Ese dato resulta inquietante y en el Gabinete bonaerense preferirían dar por clausurada la repercusión mediática del asunto. 
Apuntan a una serie de factores que, a juicio de distintos sectores del oficialismo, han contribuido a hacerle el caldo gordo a la oposición. “Nos quieren llevar hasta el 12 de septiembre (el día que se realizarán las elecciones Primarias), hablando de Fabiola y del festejo. Nosotros parecemos empeñados en lo mismo”, señalan con una visión hipercrítica.
En medio de ese clima apareció casi como una bocanada de aire fresco la salida de Alberto Fernández del escenario de campaña bonaerense. Calzó justo el hecho de que estuviera pautado que iniciara una recorrida por provincias del Interior donde acaso el impacto político del Olivosgate sea menos dañino. “No fue un corrimiento de la campaña en la Provincia, así estaba previsto”, aclaran en la Gobernación como para no echar más leña al fuego. Fernández recién podría reaparecer en la Provincia en una actividad institucional por el Día de la Industria organizada por la UIA.
Aun así, en el oficialismo dicen contar con encuestas que le dan a los candidatos del Frente de Todos ventajas que oscilan entre los 5 y los 10 puntos, según el muestreo. Cerca de Kicillof se entusiasman con pasar a la ofensiva en breve, cuando logren cerrar la reestructuración de la deuda bonaerense, una plataforma desde donde lanzar misiles sobre la política de endeudamiento del Gobierno de Mauricio Macri
En la oposición observan los avatares oficialistas con cautela. Creen que el impacto sobre los bordes del electorado duro del Frente de Todos se produjo, pero aún estiman que la elección sigue siendo muy compleja.
La propia dinámica interna de Juntos juega su propio juego. Diego Santilli parece enfocado en no descuidar votos duros del Pro que podrían buscar algún otro destino. Ese rol de contenedores lo ejecutan Patricia Bullrich y Lilita Carrió. El ex presidente Macri solo hará una aparición en la última semana de campaña. Y protagonizará un spot pidiendo el voto.
La sombra de Horacio Rodríguez Larreta -uno de los dirigentes que mejor mide en la Provincia- es, en cambio, omnipresente. Se proyecta en los actos y hasta en los mínimos detalles: la voz en off de los spot de campaña que lanzará en las próximas horas Santilli la aprobó el alcalde porteño.
Con la figura de Facundo Manes, el radicalismo se aferra a la esperanza de que llegará a un final cerrado de la interna con el Pro. “Estamos recortando la distancia fuertemente”, señalan. “Lo que pasó en La Plata hace unos días nos marcó claramente el crecimiento de Facundo: iba a caminar tres cuadras y pudo hacer solo una por la cantidad de gente que quería saludarlo”, dicen en su equipo. Acaso como para robustecer ese feeling, Manes tiene previsto realizar el próximo sábado un acto en la capital de la Provincia para una 2 mil personas, en lo que será una suerte de cierre de campaña.
Juntos comparte una inquietud: la eventual baja asistencia a los comicios que, interpretan, podría favorecer al oficialismo. Por eso, tanto Manes como Santilli empezaron a machacar con la apelación a que la gente vaya a votar para castigar al Gobierno.

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