Si hay que anotar un ganador en el cierre de listas de candidatos para la Legislatura en el Frente de Todos, el nombre Máximo Kirchner debería figurar al tope de quienes tendrían que colgarse una medalla. El diputado nacional hizo valer su fuerte influencia en la Provincia y logró múltiples espacios para dirigentes de La Cámpora.
Sólo ese dato político parece sostener la especulación que más se escucha en el oficialismo por estas semanas: que el proyecto de Máximo Kirchner, acaso como estación intermedia para llegar a la Presidencia en un futuro, incluye un paso por la Gobernación bonaerense. Un esquema en el que Axel Kicillof iría por la Casa Rosada.
Quizás resulte acotado el análisis al ceñirse a los nombres que inscribió La Cámpora en las listas. La cuestión es bastante más abarcativa. Porque por un lado el cierre de listas dejó en claro quiénes son los principales aliados políticos de Máximo en la construcción del trampolín político para arribar al Ejecutivo bonaerense.
Y por el otro, que esa influencia cada vez mayor ya acorrala a intendentes del PJ del Conurbano a los que el camporismo busca desalojar. Sólo por tomar algunos de los nombres inscriptos, el sector que lidera Máximo Kirchner logró ubicar en las distintas secciones electorales a Fernanda Díaz (Segunda), Marina Larroque y Facundo Tignanelli (Tercera), Malena Defunccio (Cuarta), Pablo Obeid y Juliana Petreine (Quinta), Maite Alvarado (Sexta) y Ariel Archanco (Octava).
Marina Larroque es hermana de Andrés Larroque, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense. Obeid es pareja de la titular de la Anses, Fernanda Raverta. Pero además de los “puros” aparecen los aliados. Por caso, en la Séptima sección electoral, aparecen los diputados nacionales Eduardo Bucca y Liliana Schwindt, de muy buen diálogo en el Congreso con Máximo Kirchner.
Ese despliegue político tiene apoyaturas externas al propio camporismo. Y en parte se sostiene
en dos aliados bonaerenses clave para Máximo: Sergio Massa y Martín Insaurralde.
El presidente de la Cámara de Diputados también anotó varios nombres en las listas de la Provincia. Sofía Vanelli, directora nacional de Control de Puertos, va por la Primera. Por la Segunda aparece Carlos Pugliese, de San Andrés de Giles. En la Tercera va por la reelección el ex presidente de Lanús, Nicolás Russo y Ayelén Rasquetti, de Cañuelas, le sigue en la lista. Y en la Cuarta aparece Juanci Martínez, del distrito de Rivadavia. La cosecha massista se completa con Carlos Battista en la Sexta y Juan Malpeli en La Plata.
El otro aliado clave de Máximo es Insaurralde, el intendente de Lomas.
Ubicó a Federico Otermín por la Tercera (se especula que va a seguir conduciendo la Cámara de Diputados bonaerense), a Alejandro Dichiara en la Sexta y a Gabriela Demaría en la Quinta, una legisladora cercana a la familia De Jesús, los pesos pesados de La Costa.
La embestida camporista en los municipios también es central en el proyecto Máximo 2023. Uno de los centros de batalla es Hurlingham donde gobierna el albertista Juan Zabaleta. Allí La Cámpora quiso imponer una lista de unidad con cuatro concejales propios a la cabeza. El alcalde rechazó la oferta poco tentadora y decidió darle la batalla con una lista propia que él mismo encabezará.
El otro ejemplo de la ofensiva camporista es Almirante Brown. Allí gobierna Mariano Cascallares, que va de candidato a diputado provincial por la Tercera sección. Previendo que su distrito está en la mira, Cascallares puso hace dos años puso como cabeza de la nómina a un filo camporista pero, básicamente, aliado a su figura. Pero ahora, La Cámpora decidió ir por todo y armó una lista de concejales que estará liderada por José Lépere, un funcionario nacional que responde al ministro Eduardo De Pedro. Lépere es el nombre del camporismo para quedarse en dos años más con ese distrito.
LA CÁMPORA, CON AMPLIOS ESPACIOS EN LAS NÓMINAS DE DIPUTADOS Y SENADORES
COMENTARIOS