“El candidato es el proyecto”, repiten en el oficialismo a falta de definiciones en la lista de diputados nacionales. Quizás, esa explicación tenga que ver con otra cuestión más profunda: que aun buceando en las distintas alternativas y nombres que se manejan, no hay ningún nombre que esté en el bolillero que mida más que la marca Frente de Todos.
Ese dato es central y explica en parte la incertidumbre y la espera. En los laboratorios oficiales existe la certeza de que no hay un potencial candidato que le otorgue un empujón extra al armado oficial. Y, por lo tanto, la definición tiene más que ver con los equilibrios internos de la variopinta coalición gobernante que con la búsqueda de alguien que aporte un valor agregado. Por eso, la campaña bonaerense descansará sobre las espaldas de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Axel Kicillof.
Claro que, en forma subterránea, se libran algunas batallas que el Frente de Todos prefiere ocultar. En forma silenciosa, Kicillof libra algunas de ellas. Con el formato de versiones intencionadas, surgió hace algunas horas el nombre de Carlos Bianco, el jefe de ministros de la Provincia, como posible candidato. En la Gobernación no quieren saber nada con desprenderse de Bianco. “Forma parte de los intransferibles”, dicen cerca de Kicillof.
En la Gobernación prefieren no desarmar el equipo de gobierno, al menos en el nivel de ministros. Sin embargo, se menciona que Teresa García podría encabezar la lista de senadores de la Primera sección. Tampoco querría Kicillof desprenderse de Andrés Larroque, el titular del ministerio de Desarrollo Social. Su nombre suena para reemplazar a Arroyo en el equipo de Fernández.
Tensiones en la oposición
El principal armado opositor parece, luego de semanas de fuertes turbulencias, haberse encaminado en dirección a confrontar en las PASO. Por estas horas, los tenues intentos tendientes a lograr la unidad entre el radicalismo que impulsará a Facundo Manes y el PRO que llevará a Diego Santilli, se desvanecieron. De hecho, cada sector ya trabaja a destajo en la definición de sus listas, ya que la confrontación se trasladará a los 135 distritos.
El neurocientífico busca conformar una lista que exprese una diversidad de espacios. Incluso, aunque esa decisión genere algún chisporroteo dentro del radicalismo que ve una cierta reducción de espacios para sus dirigentes. En esa línea aparecen las incorporaciones de sectores peronistas liderados por Emilio Monzó y Joaquín De la Torre. También, la llegada de Margarita Stolbizer y del socialismo bonaerense.
Monzó y De la Torre aparecerán en las listas. Stolbizer, en cambio, optaría por algún candidato de su sector. Habría otros sectores de origen peronista en carpeta. Por caso, se habla de Gastón Mércuri, hijo del histórico Osvaldo Mércuri, quien supo competir en Lomas de Zamora apalancado por el PRO.
Santilli también busca darle un perfil de diversidad a su lista. Aparece como segunda Graciela Ocaña, que ayer recibió su bautismo como virtual candidata: una catarata de posteos en Twitter de sectores del kirchnerismo que le reprocharon haber sido la autora de la denuncia contra el plan Qunitas y que involucraba a varios funcionarios del entonces Gobierno de Cristina Kirchner, recientemente desestimada por la Justicia. Curiosidades de la política bonaerense: uno de los involucrados en aquella presentación era Nicolás Kreplak quien, como se dijo, suena fuerte como candidato del oficialismo. Quizás deban cruzarse en la campaña.
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