Tras las sorpresivas regulaciones cambiarias oficializadas el último sábado horas antes de la final de la Copa América, el dólar blue subió ayer 3 pesos -rozó los $180- y no es nuevo que se dispare frente a más cepo. Tuvo su costo: el Banco Central tuvo que resignar reservas para revertir la fuerte suba que registraba el Contado con Liquidación hasta fijarlo en $167.
En el Gobierno atribuyen los movimientos de la divisa a “maniobras especulativas” que con el correr de los días se irían controlando; en la oposición advierten que “la falta de confianza” en el rumbo económico y los cambios en las normativas “facilitan estos saltos en las cotizaciones que impiden que lleguen inversiones al país y haya reactivación”.
Con el ministro Martín Guzmán (Economía) de gira por Venecia, el Banco Central había oficializado en el anochecer del sábado, cuando la Selección se aprestaba a jugar con Brasil en el Maracaná, una normativa que complementaba los cambios dispuestos dos días antes por la Comisión Nacional de Valores (CNV), que fijaban por primera vez un cupo para operar el dólar contado con Liquidación (CCL), cuya maquinaria es que inversores o ahorristas compren localmente con pesos argentinos acciones o bonos y los vendan en dólares en Wall Street.
De cara ya al segundo semestre, y a las urnas, la suba del precio de éste dólar financiero preocupa al Ejecutivo porque una oscilación del mismo repercute directamente en el paralelo. Frente al temor de una mayor demanda por la típica “dolarización electoral”, el Gobierno, entonces, decidió ampliar las restricciones (cepo) para no poner en riesgo las reservas. Aunque muchos economistas creen que puede suceder lo contrario.
De este modo, la normativa buscó que el primer día de la semana las financieras “ajustaran” los sistemas, pero en los hechos provocó demoras en el funcionamiento de las mismas porque debieron firmar una nueva declaración jurada a fin de respetar los nuevos límites en las operaciones. Mientras, “para hacer contado con liqui uno de los bonos que más se usa es el Al30; el Central que tiene gran cantidad, los usó para bajar la cotización”, explicó una fuente consultada.
En tanto, el dólar paralelo trepaba y cerraba al valor más alto del año.
Para el analista de mercado Claudio Zuchovicki la suba del blue “fue más por restricción de oferta que por mayor demanda” y sostuvo que “preocupa más el gesto (del Gobierno) o las señales de no controlar” la situación que el nivel de operaciones registrado ayer. Con todo, pronosticó que Economía tiene herramientas para controlar la cotización de la divisa informal: “Quizás sirvan para ganar la elección pero la desconfianza no se arregla con medidas económicas...Si a los precios los tengo que controlar o al dólar ponerle restricciones, ¿cuál es el verdadero valor? no se sabe. Todas esta incertidumbre juegan en contra”.
Para Florencio Randazzo, candidato a diputado nacional por la oposición en la Provincia, “el cepo del cepo es consecuencia de la falta de confianza. La situación que recibió el Gobierno fue muy grave pero estas decisiones solo la empeoran. Así no se promueve la inversión, no se crea trabajo, ni se impulsa a las pymes. Argentina necesita ir por otro camino”.
En el Gobierno, de todos modos, trataron de minimizar los efectos de la suba de la divisa informal.
Al atardecer, el presidente Alberto Fernández conjeturó, en declaraciones radiales, que en la suba de la divisa influyó “un poco de todo, de capitales de la época de Macri que quieren salir (del país) por el Contado con Liquidación y termina moviendo ese precio”.
Sobre el blue, pareció marcar más una debilidad que una fortaleza: “”s un mercado muy inestable, la vez pasada subió 7 pesos porque había ocurrido una compra de 300 mil dólares”. El Presidente agregó que “tratamos de que el tema esté controlado para que ningún pícaro genere zozobra. Mucha gente especula y quiere lastimar al Gobierno”.
En septiembre pasado Guzmán se había opuesto a regulaciones del Central porque habían generado la corrida cambiaria que llevó al blue a superar los $190 y al final había logrado torcer el brazo de Miguel Pesce, titular de la autoridad monetaria, que dio de baja aquellas medidas. Ahora prefirió no volver a polemizar con el funcionario y amigo de Fernández. “Siguió todo con atención. Se espera que luego del corcoveo obvio el mercado no verá negativamente la resolución”, explicó a este medio un colaborador del funcionario que volvió a reunirse con las autoridades del Fondo Monetario Internacional en el marco de una nueva ronda del G20, en Italia

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