Grafico inflación
TRIBUNA DEL LECTOR

La inflación, indomable

Según la definición clásica de inflación, en el ámbito económico, es “un aumento generalizado de los precios de bienes y servicios”. En este sentido, los argentinos conocemos bien de qué se trata, ya que tenemos una larga historia de soportar tasas de inflación de las más altas del mundo y todos nos preguntamos por qué tenemos este problema y qué lo provoca.
En el caso de la Argentina, a mi criterio, confluyen varios factores que es necesario analizar. No caben dudas de que el inicio se debe a un tema netamente monetario, ya que los gobiernos de turno recurren para solucionar el déficit fiscal (se gasta más de lo que se recauda) a la emisión de dinero, provocando una pérdida de valor del peso, ya que se emiten billetes sin respaldo y la gente, cuando esto se sostiene en el tiempo, pierde confianza en la moneda y se desprende de ella lo más rápido posible. Esto ha llevado a que hoy tengamos prácticamente un sistema bimonetario, compartiéndolo con el dólar. 
Es obvio concluir en este tema que el Gobierno debe equilibrar sus cuentas si pretende comenzar a disminuir la inflación como consecuencia del traslado a los precios de esa pérdida de valor del peso.
Otro factor que tiene relevancia en el incremento de la inflación es la relación peso-dólar, ya que en la medida en que el peso pierda valor con relación al dólar, dicha perdida tendrá su incidencia en los precios de muchos productos y servicios que están atados al valor del dólar. Por eso el Gobierno ha resuelto mantener estable el valor del dólar como una manera de contener el aumento de los precios.
También no debemos perder de vista que el mercado argentino es relativamente chico y que ante un incremento del consumo (demanda), no acompañado por un aumento en la producción (oferta), provoca también un incremento de los precios, por lo que el Gobierno debería incrementar su apoyo a aquellos sectores productivos básicos, para que incrementen la inversión y mejoren la tecnología, acompañando el aumento del consumo con mayor producción.
Por último, debemos reconocer que la historia inflacionaria de la Argentina poco nos ayuda a solucionar este tema, ya que ha provocado en la población un alto grado de desconfianza a que el problema tenga solución. Por lo tanto, una posible salida a esta situación podría ser crear una nueva moneda y las condiciones necesarias para que la confianza se consolide, estableciendo políticas fiscales que apunten a lograr el equilibrio fiscal.
En marzo último la inflación (medida por el incremento en el índice de precios al  consumidor) fue del 4,8%, el índice más alto en muchos meses, lo que seguramente no permitirá cumplir con la meta prevista para este año en el presupuesto, que es del 29% para todo el año, ya que en el primer trimestre llegamos al 13% acumulado. A tal fin el Gobierno está lanzando algunas medidas para controlar esta situación, entre ellas, un programa de Mercado Federal Móvil que permitiría a los consumidores acceder a productos frescos a precios mayoristas, poner en marcha el Observatorio de Precios, con el fin de controlar la evolución, aumentar los controles de los precios cuidados. 
Tampoco debemos olvidar que el Gobierno mantiene pisados los incrementos de las tarifas de algunos servicios públicos, situación que, de liberarse, impactaría fuertemente en la inflación, que ya se estima que llegaría al 45% para todo el año; ni qué hablar si continúa la pandemia que nos azota. 
Cabe decir que estas medidas son un paliativo para solucionar el problema y son de corto alcance, por lo que el Gobierno debe tomar medidas de fondo, como lograr el equilibrio fiscal ya mencionado, mantener el valor de la moneda y generar confianza en la gente con políticas de Estado serias, que permitan el ingreso de capitales a nuestro mercado y que entienda la clase dirigente que este tema de la inflación es la madre de los problemas.

Aldo García López
DNI 4974484

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