Si alguno de ustedes tuvo un hamster habrá notado su particular inclinación por el movimiento, una metáfora útil para graficar esta columna. Me refiero a correr sin sentido, tanto en la vida personal como en la de las empresas o pymes.
¿Se identifican con esta imagen?
La velocidad sobre la acción precisa, conectada, efectiva y medida; un paradigma social que llegó para quedarse. Una histeria colectiva que solo es posible observar cuando te tomas un par (solo un par) de días de vacaciones y logras “bajarte” de la rueda que, con o sin vos, sigue girando.
¿Hay wifi?
El whatsapp es una herramienta funcional a esta dinámica, intentar dejarlo unos días implica demorar respuestas o “perderse” algo. Los grupos siguen su curso natural, incluso algunos cuestionan tu falta de respuesta o demandan tu participación. La suma de minutos en audios o en el mejor de los casos caracteres no se detiene, es permanente los 7 días de la semana, los 365 días del año. Una catarata que incluye fotos, memes y videos que además se repiten en un mismo período de tiempo porque, en muchos casos, el placer está solo en enviarlo y reenviarlo…una y otra vez.
“Me leiste ¿por qué no respondes?”. “Te voy a mandar un correo, te envié un correo, te llamo, te llamé ¿te puedo llamar?, te voy a llamar”. “Te pido una respuesta a lo que te mandé”. El “ansiometro” estalla todos los días imponiendo un multitasking que atenta contra la calidad del trabajo o de la vida personal. Sin horario, sin tiempo. Todo corre. De lunes a lunes.
Una pausa
La tiranía del tiempo nos obliga, al menos, a interpretar esta situación de forma colectiva, sobre todo en tiempos en los que la hiperconectividad nos empuja de forma permanente al error. Tan simple como levantar el pie del acelerador en una curva. No se trata de dejar de responder nada sino de tomarnos un momento para cada cosa y sobre todo entender que la aceleración requiere, en algún momento, una pausa para hacer, lo que estemos haciendo pero bien.
Conectar con la realidad, vincularse con el momento. Emitir un mensaje, darle tiempo al otro para que lo interprete, formule una respuesta o accione con una solución. Situaciones naturales que debemos reconstruir en esta trama cultural y productiva. Quizá sea este el principio de una solución, darle visibilidad. De otra manera estaremos siempre corriendo, sobre una rueda, que nunca se detiene pero no va a ningún lado. Ahora si, a correr!
COMENTARIOS