OPINIÓN

El reclamo valió la pena

Hoy los chicos volvieron a reencontrarse con las escuelas, el reclamo valió la pena. No fue un camino fácil. Un año de debates, de idas y vueltas y de falta de decisiones pusieron en peligro el futuro de muchos jóvenes.
Todos vimos las consecuencias que generó en los alumnos no estar en las aulas, tanto para la salud física como para la salud emocional. 
Pero eso no es todo, también el cierre de las escuelas hace que se incrementen las desigualdades y pone en jaque el futuro del desarrollo de la sociedad en la que vivimos.
Al mismo tiempo, la virtualidad hizo que el trabajo de los docentes y los directivos se incremente. Más horas, más dedicación y más esfuerzo para tratar de llegar a todos los alumnos, sin que nadie se quede atrás.
Entonces, ¿por qué discutimos si las aulas debían o no abrir este año?  ¿Por qué costó tanto entender que la educación es prioridad? ¿Por qué el gobernador Kicillof no planificó como corresponde la vuelta a clases?
Más allá de esas preguntas, que posiblemente queden sin responder, la gente se hizo escuchar en este tiempo, los vecinos reclamaron por la educación y se logró poner nuevamente en agenda un tema que nunca debería haber dejado de estar ahí.
El comienzo de clases presenciales en la provincia de Buenos Aires ya es una realidad y al mismo tiempo un paso muy importante, quizás el más importante para el futuro de muchos de esos chicos que van a encontrar en la educación sus oportunidades de desarrollarse, progresar y ser libres.
Queda agradecer nuevamente el esfuerzo que hicieron todos para lograr esto: a las familias que acompañaron a los alumnos, a los docentes por el compromiso de estar una vez más al frente del aula, a los auxiliares por poner todo en condiciones para que se pueda llevar a cabo y a los directivos por el trabajo de coordinar esta nueva etapa.
El reclamo valió la pena. Las escuelas ya están abiertas de nuevo.

(*) Senador bonaerense por Juntos por el Cambio.