Aun cuando el operativo de vacunación muy difícilmente pueda alcanzar a la totalidad de los 300 mil docentes, en la Provincia aseguran que el inicio de las clases presenciales -con las características especiales que tendrán producto de la pandemia-, están garantizadas. Que existe un compromiso de los gremios docentes para que desde el 1° de marzo los chicos vuelvan a las aulas pese a que sobra incertidumbre respecto de cuándo podrá cumplirse el plan oficial de inocular con la Sputnik V a 1,5 millones de bonaerenses tal como se pensaba para fines de febrero.
Hasta el momento en territorio provincial habrían sido vacunadas cerca de 129 mil personas, entre ellas, el personal de Salud. En las últimas horas arrancó el operativo en geriátricos y el lunes se trasladará a los maestros. El retraso es notorio y obliga al gobierno provincial a recalcular.
Para fines de febrero, como se dijo, la aspiración oficial era llegar a 1,5 millones de personas. Y del último vuelo de Aerolíneas Argentinas que llegó de Moscú, a la Provincia le tocarían 45 mil dosis de la primera aplicación y un número similar de la segunda.
A la espera de más remesas
La cuestión adicional es que no habría precisiones de parte de la Nación respecto de cuándo habrá nuevas remesas. La esperanza oficial es que los envíos se regularicen en tres semanas, pero por las dudas nadie se atreve a asegurar nada para no volver a quedar en off side frente al imperio de la realidad, ya que las grandes empresas farmacéuticas no han podido producir las cantidades prometidas.
Así, la idea oficial de que las clases presenciales comenzaran con el plan de vacunación completo sobre el personal docente y auxiliar de las escuelas no podrá cumplirse. Pese a todo, en el gobierno bonaerense dicen que los gremios no se opondrán a la presencialidad parcial, aun cuando Roberto Baradel, titular del influyente Suteba, dijo que en algunos distritos la actividad escolar con los chicos en las aulas no arrancará.
“La vacuna no es condición sine qua non para que las clases comiencen”, dicen en la Provincia. Y sostienen que los sindicatos han aceptado esa situación.
Más vacunación
Ayer sábado, el gobierno provincial mostró que pese a los contratiempos por la falta suficiente de vacunas, el plan de inmunización sigue. Kicillof fue hasta Lomas de Zamora junto a Máximo Kirchner y la titular del PAMI Luana Volnovich a una residencia de adultos mayores y que supuso el comienzo de una nueva etapa del programa.
En términos políticos esa foto implica un poco más. Primero, porque fue en Lomas, el distrito que le abrió de par en par las puertas para el desembarco definitivo del hijo de la ex presidenta en la Provincia. También, porque supone una reafirmación de que Máximo irá por la conducción del PJ bonaerense y que su desembarco es cuestión de tiempo.
Esa decisión sigue generando resistencias de algunos alcaldes, pero cada vez más aisladas. Es una de las razones por las que el diputado nacional no quiere oír hablar de suspender las Primarias: es una herramienta que pretende utilizar para darle pelea interna a los díscolos del Frente de Todos.
La oposición atraviesa sus propias tensiones. Hay quienes interpretan que el resultado de la interna del radicalismo bonaerense prevista para marzo acaso pudiera condicionar la negociación por las candidaturas. De un lado, Maxi Abad ha logrado el respaldo de María Eugenia Vidal y de Elisa Carrió. Estaría buscando algún pronunciamiento de Horacio Rodríguez Larreta, que en breve visitará Mar del Plata, la patria chica de Abad. Su contrincante, Gustavo Posse, anota el apoyo de Martín Lousteau y Emilio Monzó. El desenlace de esa interna, esta vez, expandirá sus esquirlas hacia el resto de Juntos por el Cambio. Se juegan liderazgos y espacios de poder. También, un eventual cambio de interlocutores si la oposición partidaria pega el zarpazo. Y, acaso, un escenario de mayor tensión con el PRO y especialmente, con Carrió.
COMENTARIOS