Un lote, un paquete de fideos o un auto. Carne, alimento para mascotas o materiales para la construcción. Los productos y servicios conforman una suma de características racionales de fabricación, comercialización o financiación que muchas veces la gente no termina de evaluar por completo sino en función de la emoción inicial que despiertan.
¿De qué depende la decisión?
Durante la primera etapa del capitalismo, las empresas tenían una orientación hacia el producto y la eficacia en la fabricación. En el 50 surge la perspectiva hacia las ventas y en los 70´la mirada se ubica en los deseos y necesidades de la gente. Surge aquí la actividad social denominada por la cual creamos, comunicamos y entregamos lo que la gente necesita o desea, sin diferenciación filosófica.
Se trata de la construcción de sentido
La palabra tiene una doble acepción. La oferta debe tener un “sentido” entendido como razón de ser, finalidad o justificación de existencia. La demanda deberá interpretarlo como relevante y para eso, nuevamente deberemos otorgarle un “sentido” o “contenido” relevante. En ambos casos, el término tiene un rol protagónico ya que el punto de conexión depende del vínculo.
En contextos altamente competitivos, donde la diferencia entre los productos y servicios es cada vez menor, la construcción de sentido es de vital importancia. Se trata de conectar, palabra clave en estos tiempos. Conectar deseos, necesidades, temores, ilusiones. Conectar lo que la gente quiere con lo que un productor desarrolla.
¿En qué instancia estamos en Junín?
Creo que por momentos estamos en la década del 50, a veces en los 70 y de a poco en este nuevo paradigma. Una combinación que no tiene relación con la cuestión generacional sino con la escucha activa de quienes construyeron el rumbo comercial de nuestra ciudad. Las situaciones son diversas, productos de excelente calidad que fracasan comercialmente o éxitos comerciales de productos de poca monta.
La saturación de estímulos es moneda corriente. Los impactos comunicacionales que recibe una persona durante su jornada son infinitos. Ya no es suficiente con fabricar por un lado y vender por otro. Todo es parte de un mismo proceso que debe estar alineado. Los procesos de producción deben considerar cuestiones sociales para evitar fracasos posteriores. La construcción de sentido será fundamental para el futuro, de otro modo seguiremos desarrollando objetos que nadie quiere dirigidos a personas que nunca lo verán.
El sentido define un rumbo, un motivo, cuerpo, palabra, imagen, vida, medio, fundamento y utilidad para que productos y servicios puedan subsistir en tiempos donde el sin sentido es moneda corriente. Dale sentido.
COMENTARIOS