Es una pelea de palacio. Una pulseada en el corazón de la rosca política de la Provincia. Pero que revela las tensiones entre los principales actores del Frente de Todos en el reparto de espacios de poder, en este caso en un organismo clave vinculado a la Justicia.
La cobertura de las vacantes en el Consejo de la Magistratura de la Provincia abrió una disputa en el bloque oficialista de la Cámara de Diputados bonaerense, donde distintos sectores del Frente de Todos están en carrera para quedarse con dos lugares. En la pulseada están anotados representantes de Sergio Massa, de La Cámpora y legisladores que responden a Axel Kicillof.
El Consejo de la Magistratura, encargado de seleccionar jueces y fiscales para su designación, es un organismo clave, siempre eje de tironeos en el ámbito de la política. Está compuesto por un ministro de la Suprema Corte, un juez de Cámara, un juez de primera instancia, un miembro del Ministerio Público, cuatro representantes del Ejecutivo, cuatro de los colegios de abogados y, finalmente, seis representantes de la Legislatura.
Esos seis sillones que corresponden a la Legislatura suelen ser objeto de una negociación en la que se respeta la norma que dice que de los tres representantes por cámaras, dos van para la mayoría y uno para la minoría.
Con el recambio legislativo después de las elecciones del año pasado, se produjeron vacantes en los representantes legislativos en el Consejo. En el Senado, la cuestión se saldó con las designaciones de Nidia Moirano y Juan Pablo Allan por la mayoría, Juntos por el Cambio, y la continuidad de Gustavo Soos, del Frente de Todos. En Diputados, la cuestión todavía está pendiente de definición.
En la oposición ya alcanzaron un acuerdo para definir representante. Irá, como titular, la radical Sandra París, y como suplente el platense Daniel Lipovetzky, del PRO. Pero en el Frente de Todos se desató una pulseada por la definición de los nombres.
La cuestión parecía encaminarse en las últimas semanas, en medio del apuro para que se cubran todas las vacantes y el organismo pueda empezar a funcionar plenamente. De hecho, en el Frente de Todos ya estaba acordado un nombre como titular y un nombre como suplente. Ese binomio estaba compuesto por el massista Jorge D’Onofrio y por Susana González, que responde al intendente Mario Secco.
Pero pocas horas antes de la sesión del jueves, convocada entre otras cosas para saldar las designaciones de los consejeros, estalló la interna en el Frente de Todos, que tuvo que pedir postergar el tratamiento del tema.
Cada sector tiene su propia versión sobre lo ocurrido. Pero muchas apuntan a la irrupción en la mesa de negociaciones de Carlos “Cuto” Moreno, el diputado kirchnerista, que se metió en la discusión con la aspiración de quedarse con la otra vacante de consejero titular.
El problema es que la vacante es pretendida por La Cámpora, que, de hecho, ya venía ocupando el sillón en los últimos dos años, hasta la salida de Lucía Portos, quien dejó su banca en diciembre. Quienes siguen de cerca la rosca dicen que Máximo Kirchner y Sergio Massa ya habían cerrado un acuerdo para repartirse los dos sillones y que la irrupción de Moreno trabó las designaciones.
“Cuto”, según trascendió, invocó un argumento claro: el Gobernador, dijo, necesita tener un representante en el organismo clave para la designación de jueces. Y él, como su representante en la Cámara baja, debía ir a ese lugar. Kicillof tiene, de hecho, un hombre de su riñón en la Magistratura: el actual vicepresidente -que actúa como presidente- Mauro Benente, que viene de la Universidad de José C. Paz, muy cercano al secretario Legal y Técnico Federico Thea.
La cuestión deberá saldarse en pocos días. En Diputados, de hecho, se convocó a sesionar la semana que viene.
FRENTE DE TODOS
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