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OPINIÓN

La historia la escriben los sobrevivientes

En los últimos tiempos ha tomado estado público que en varios países se está implementando el uso de plasma de convaleciente para en el tratamiento del Covid-19 por la apreciable capacidad inmunológica que en la mayoría de los casos suele tener. Si bien este procedimiento no es nuevo ya que se utilizó en África hace muchos años para el ébola, resulta ser que en la Argentina hay una considerable experiencia con él. 
Así ciertos medios atribuyen el mérito de su desarrollo y como precursor al Dr. Julio Maiztegui, quien en 1971 a través del instituto de su fundación viene desempeñando una muy valiosa tarea en ese sentido junto con su similar del Malbrán. Ambos son un orgullo nacional y referencia internacional sobre la materia.
La experiencia obtenida fue lograda en el tratamiento de la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA) o Mal de los Rastrojos que hizo su aparición allá por 1958 en la ciudad de Bragado y se constituyó en un azote epidémico grave con una mortalidad del 30% de los enfermos.
Responsable causal resultó ser el denominado virus Junín, aislado e identificado por aquel entonces por el Dr. Parodi. Ante esta dramática situación sanitaria, se formó en Junín un grupo de médicos pertenecientes al HIGA quienes se pusieron a trabajar denodadamente y con los escasos recursos y medios de la época, nos referimos a la década del 60, estudiando la enfermedad, descubriendo valores de laboratorio hasta entonces desconocidos, describiendo prolijamente cada uno de sus signos y síntomas y aplicando con extraordinario éxito el suministro de plasma de convaleciente, reduciendo la mortalidad al 3%. 
Aún no se había radicado en Pergamino el Dr. Maiztegui, su rol fundamental fue darle continuidad al trabajo iniciado por el Grupo Junín, aportar su capacidad científica y canalizarla en el instituto que hoy lleva su nombre en su honor. A partir de entonces el grupo de médicos del HIGA fue disuelto, no sobrevivió, quedando a cargo del INEVH "Dr. Maiztegui" todo lo concerniente a estapatología como así también a otros procesos virales.
El tratamiento con suero de convaleciente para la FHA fue propuesto, aplicado y desarrollado por los médicos del HIGA, ellos fueron sus verdaderos precursores y quienes lograron los valiosos resultados que hoy se recuerdan. Honor y gratitud entonces para los Dres. Humberto Ruggiero, Clemente Magnoni, Alberto Cintora, Fernando Pérez Izquierdo y Luis Milani.
"La historia a veces suele decir la verdad, depende quién la escriba".

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