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OPINIÓN

Los cuidados de la salud para disfrutar de este verano

En la temporada de vacaciones los viajeros se exponen a una gran variedad de riesgos para la salud en entornos desconocidos, pero en muchos casos, esta situación se puede minimizar si se toman las precauciones adecuadas.
Antes de viajar, se aconseja tomar medidas de prevención, entre ellas, revisar el carnet de vacunas. El primer paso es consultar al médico para poner al día el calendario de vacunación, según la edad y los antecedentes de cada persona.
Además, se debe evaluar si hay alguna vacuna requerida particularmente en el país o región que se va a visitar. En general, por reglamento sanitario internacional, la más extendida en este sentido es la vacuna contra la fiebre amarilla, que, aunque no exista circulación de la enfermedad en el país de destino (como ocurre en la India o Sudeste Asiático), puede ser solicitada para el ingreso de personas que viajen desde zonas con presencia de la enfermedad.
Puede haber excepciones, como en el caso de viajeros que por situaciones de salud o edad particulares no puedan recibir alguna vacuna, por lo que es importante consultar a un médico.
Brasil es un destino muy frecuente, en especial por los argentinos, y desde 2016 ha habido un incremento de casos de fiebre amarilla. Debido al aumento de casos, la OMS recomienda vacunar a todas las personas (mayores de nueve meses y que cumplan los requisitos para recibirla) que viajen a Brasil visitando zonas donde existe riesgo de transmisión.
Todos aquellos que viajen a zonas de Brasil con circulación viral, deben vacunarse al menos 10 días antes de ingresar al país. Previamente, deberán consultar con un especialista en medicina del viajero sobre las indicaciones precisas de su administración. Es importante aclarar que el hecho de que un país no exija la vacunación contra la fiebre amarilla no implica que no exista riesgo de transmisión de la enfermedad.
Por último, es importante mencionar otras vacunas recomendadas para la protección de las personas como las vacunas contra la hepatitis A y B, contra la fiebre tifoidea y en especial contra el sarampión, ya que, ante la actual situación de emergencia de la enfermedad, se debe garantizar que una persona que viaje por Latinoamérica o internacionalmente, haya recibido 2 dosis de vacuna contra el sarampión en el pasado o tenga constancia de haber padecido la enfermedad.
Los nacidos antes de 1965 se consideran inmunes y no precisan vacunarse contra sarampión.
Por otro lado, en algunas ocasiones, puede ser necesaria la administración de algún fármaco a modo de profilaxis como en el caso de enfermedades como la malaria o paludismo. También son importantes las recomendaciones relacionadas al consumo de agua y alimentos seguros para prevenir la diarrea del viajero. Recordar siempre consumir agua embotellada y alimentos bien cocidos y mantener una adecuada y permanente higiene de las manos.
Se aconseja utilizar protector solar con factor superior a 15; llevar un botiquín y los medicamentos específicos que se necesiten para uso habitual o según la recomendación del médico de cabecera. Se recomienda también evitar el contacto con animales salvajes o que estén en la vía pública porque pueden llegar a morder y transmitir enfermedades como la rabia.
A su vez, se deben prevenir las picaduras de insectos dado que hay varias enfermedades como dengue, chikungunya, Zika, malaria o fiebre amarilla, que son transmitidas por mosquitos. Por ese motivo, se recomienda la protección con el uso de repelentes de forma adecuada y según la frecuencia recomendada por cada una de las concentraciones. Además, vestir ropas claras, con mangas largas y pantalones largos. Proteger con mosquiteros (tipo tul) la cuna o coches de bebés al permanecer al aire libre, y utilizar espirales y/o tabletas repelentes.


(*) Tomás A. Orduna, MN 61.528, médico Infectólogo Tropicalista, Jefe de Unidad de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz de Buenos Aires.

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