La iniciativa del gobernador Axel Kicillof de enviar a la legislatura provincial un proyecto de ley impositiva estuvo marcada por dos situaciones inconvenientes: el apuro y la voluntad de imponer un aumento de los impuestos. Se trataba de un proyecto complejo, grande y de mucho impacto sobre los bonaerenses.
La tarde del 24 de diciembre recibimos el texto que se pretendía aprobar sin más y durante las vertiginosas jornadas legislativas posteriores a Navidad. A esta innecesaria urgencia, que impedía fácticamente la discusión seria sobre un tema tan sensible, se le sumó la falta de rondas de consulta con quienes hoy tenemos la enorme responsabilidad de ser oposición.
Nada puede salir bien cuando se pretende imponer una decisión propia que afecta la vida de miles de bonaerenses. Ni el atropello ni la imposición son actitudes constructivas. La función pública requiere el ejercicio responsable de un valor fundamental de la democracia participativa: el diálogo. Las distintas fuerzas y espacios políticos, desde roles distintos, tenemos que priorizar el bien común buscando los mejores caminos para tomar decisiones en conjunto y hacer aportes que vayan en ese sentido.
La decisión que tomó el Gobernador de aumentar los impuestos, con el argumento de generar ingresos para pagar deudas, podría convertirse en una excusa para recaudar más a costa del bolsillo de los vecinos. Y sabemos que el Estado cuando administra mal, por más plata que tenga o gastando más de la que tiene, termina perjudicando siempre a los mismos, es decir, a aquellos a los que más debería cuidar: los más vulnerables.
Frente a una ley que imponía cargas desproporcionadas y castigaba principalmente a sectores medios y productivos, logramos reducir el aumento originalmente planteado e incorporar importantes modificaciones para cuidar a todos los sectores, al que más tiene y puede pagar, pero también al que quiere salir adelante y más le cuesta.
Vamos a seguir siendo una oposición responsable, protagonista de un tiempo que necesita sostener los valores que nos identifican y nos hacen crecer como sociedad: respeto, colaboración, solidaridad, diálogo. El futuro nos presenta enormes desafíos para construir y cuidar esa Provincia que juntos estamos cambiando.
(*) Intendente de Vicente López
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