Cosecha tardía: Stolbizer se quedaría con dos diputados por su viejo acuerdo con Massa
Tres legisladores massistas irían al gobierno nacional. Y una diputada provincial fue electa intendenta. Margarita, beneficiada.
Aquella construcción política conjunta de 2017 quedó lejos en el tiempo. Pero las idas y vueltas de la política, los realineamientos y la voluntad del electorado, de alguna forma “revivieron” el acuerdo que para las elecciones legislativas de ese año suscribieron Margarita Stolbizer y Sergio Massa.
La líder del GEN, producto de una performance un tanto flaca de aquella alianza, se había quedado en la puerta de ingresar algunos representantes propios tanto en el Congreso como en la Legislatura bonaerense. Pero ahora, producto de la inminente vuelta al poder del peronismo, parece encaminada a tomarse revancha dos años después. No importa que ambos dirigentes se hayan distanciado producto del acuerdo de Massa con el kirchnerismo, sector del que Margarita ha sido una de las principales denunciadoras por presuntos hechos de corrupción. La cosecha tardía de Stolbizer -que participó en la contienda electoral de este año sin involucrarse tanto en Consenso Federal producto de algunos chispazos internos del frente que lideró Roberto Lavagna-, tiene que ver con una serie de factores. Y uno de los principales se relaciona con el armado del gabinete del presidente electo, Alberto Fernández.
Toda una paradoja. Conviene ir por partes. Fernández podría llevarse al gabinete a tres de los actuales diputados nacionales que logró colar la alianza 1 País de Massa y Stolbizer en 2017 por la Provincia.
Ellos son Felipe Solá, Daniel Arroyo y Mirta Tundis. Al ex gobernador Solá se lo menciona como posible canciller y de hecho viene acompañando las giras internacionales del presidente electo.
Arroyo, por su parte, parece número puesto para ocupar la cartera nacional de Desarrollo Social.
Tundis, una especialista en temas previsionales, podría terminar recalando en el PAMI, la obra social de los jubilados. Esas tres vacantes tendrán que ser cubiertas por los suplentes en la Cámara de Diputados de la Nación.
El primero de ellos es el platense y ex ministro de Economía bonaerense, Jorge Sarghini, que se muestra cerca de Massa. Luego aparece Liliana Schwindt, que rompió con el tigrense y terminó yéndose con Lavagna. El tercer suplente pertenece al sector de Stolbizer: es el ex diputado provincial Marcelo “Oso” Díaz.
Esos corrimientos generan, en principio, algunas incógnitas. La más trascendente, tiene que ver con el número de diputados con que contará el Frente de Todos en el Congreso desde el 10 de diciembre, en un escenario de fuerte paridad con Juntos por el Cambio.
En función de los acuerdos, el peronismo y sus aliados podrían reunir 121 diputados. Juntos por el Cambio treparía a 119. Pero este escenario podría cambiar en función de los mencionados corrimientos. Schwindt fue candidata por Consenso Federal en los comicios que acaban de cumplirse y volvió a quedarse en la puerta. Dicen que está fuertemente distanciada de Massa, que justamente presidirá la Cámara baja. Y es probable que se incorpore a la bancada lavagnista junto a Graciela Camaño y Alejandro “Topo” Rodríguez.
¿Y Díaz? ¿Se irá al bloque lavagnista o armará uno propio? Preguntas que por ahora no tienen respuesta.
En la legislatura
Stolbizer podría recobrar presencia en la Legislatura, luego de perder hace dos años sus representantes. Ocurre que la diputada massista Blanca Cantero fue electa intendente de Presidente Perón por amplio margen. Como Cantero, esposa de uno de los líderes de la CGT, Luis Acuña, tiene dos años más de mandato, seguramente renunciará al cargo para tomar la posta en el mencionado distrito creado hace poco más de dos décadas durante el gobierno bonaerense de Eduardo Duhalde.
Si se siguiera el estricto orden de las suplencias, quien sería bendecido en forma directa es una cara conocida: el ex presidente del club Lanús, Nicolás Russo. Desde hace ya tiempo Russo abreva en el massismo, pero a lo mejor la varita de la suerte le resulte esquiva, justamente, por una iniciativa que enarboló el propio Frente Renovador y una de sus referentes, Malena Galmarini. Se trata nada menos que la ley de paridad de género, de la que Galmarini fue una de las principales impulsoras.
Distintos sectores políticos consideran que, por efecto de esa norma, Cantero debería ser reemplazada por una mujer para respetar el espíritu de la paridad. Así, Russo podría terminar siendo “víctima” de una norma promovida por su propio sector político. Toda una paradoja.
Es ahí donde entra en escena Stolbizer. En rigor, la diputada suplente que le sigue a Russo: la ex concejal de Lanús, María La Rosa.
Pero la cuestión está discutida. Tanto, que el partido de Margarita se presentó en la Justicia para respaldar la asunción de La Rosa desde el 10 de diciembre cuando Cantero abandone su banca para asumir en Presidente Perón.
“La democracia se ha fortalecido con los nuevos movimientos sociales y los avances jurídicos hacia la igualdad real entre los géneros”, señaló el GEN. Y añadió: “Tanto las normativas nacionales y provinciales como la nueva y explícita jurisprudencia para la aplicación de las leyes de paridad, han abierto un camino de certeza sobre el derecho en los casos concretos de conformación de listas, integración y corrimiento, como a los sistemas de cobertura de vacancias tanto en los procesos electorales o en cuanto a la efectiva ocupación de las bancas legislativas”.
Concluye: “La inminente renuncia de la diputada Cantero, habilita de manera indubitable el reemplazo a cargo de la siguiente candidata electa mujer de la lista, María La Rosa”.
Caprichos de la política, a Stolbizer le tocará “cobrar” en ámbitos legislativos dos años después. Una cosecha tardía producto de un acuerdo político con Massa que ya no es tal.