Vidal diseña su futuro político y Axel Kicillof empieza a mirar la transición de la Provincia
Nadie lo dice abiertamente. Pero en la Gobernación y en las oficinas del Museo Ferroviario de Avenida del Libertador -las que usa con frecuencia María Eugenia Vidal- ya casi nadie mira la elección de octubre con alguna expectativa de revertir la amplia diferencia que Axel Kicillof le sacó en las PASO. A cuatro domingos del día de la votación, no hay nada en el escenario que haga pensar en la posibilidad de dar vuelta el resultado. Por eso, el plan apunta a conservar un esquema de poder reteniendo algunas intendencias estratégicas, como Mar del Plata, y bloques de peso en la Legislatura.
En los últimos siete días, Vidal y su entorno de dirigentes más cercanos comenzaron a dar señales claras de cómo piensan el escenario posterior al 10 de diciembre , ya sin el liderazgo político de Mauricio Macri, ni la conducción estratégica de Marcos Peña ni las alquimias comunicacionales de Jaime Durán Barba.
Ya se lo dijo a todos los que la rodean. Si no consigue el milagro político de revertir la elección, Vidal quiere seguir haciendo política en la provincia de Buenos Aires y quiere ser la líder de un espacio opositor que por estos días se ocupó de empezar a dar forma. El recorrido que algunos imaginan la tendría como primera candidata a senadora por la Provincia en las legislativas de 2021. Y como principal aliado a Horacio Rodríguez Larreta.
Esta semana, la agenda de Vidal retomó las recorridas con los candidatos locales que busca apuntalar en una parada difícil para todos los que compitan con la boleta de Cambiemos. Estuvo en La Plata, caminando por el centro de City Bell con Julio Garro, y acompañando a Guillermo Montenegro en actividades con vecinos de Mar del Plata, una de sus apuestas más fuertes. En la Gobernación creen que Montenegro tiene chances de imponerse en la pelea contra Fernanda Raverta. Mar del Plata, entonces, entonces, podría ser un territorio desde donde empezar a construir futuro.
La Legislatura es el otro escenario en el que puso la mira. Vidal aspira a ser la referente política de bloques opositores fuertes, para lo que necesita que se mantengan unidos. Hay optimismo con respecto al Senado.
Allí, en el peor escenario Cambiemos mantendría una mayoría contra todo el peronismo unificado. Días atrás, la Gobernadora se reunió junto a Federico Salvai con el presidente del bloque, Roberto Costa, quien se perfila como una de las principales espadas de Vidal en la Legislatura que se viene. En Diputados, las fugas serán inevitables, sobre todo en los sectores de Cambiemos con ADN peronista. El radicalismo, en tanto, deberá sortear su debate interno, pero todo indica que Daniel Salvador seguirá alineado a Vidal más allá del resultado.
Kicillof analiza la transición
En “modo avión”, y con mucho hermetismo en su entorno, Axel Kicillof también piensa en el futuro. Esta semana retomó una campaña sin sobresaltos y con clima triunfador. Estuvo en el interior, donde los intendentes peronistas se empujan para compartir actividad y foto con el candidato que se convirtió en la nueva gran atracción de la política bonaerense.
Pero el ex ministro de Economía ya tiene la atención puesta en la transición. Obsesivo con datos y cifras, analiza informes y hace seguimiento de todas las áreas de la gestión Vidal, pero sin dar ni una señal sobre cómo piensa conformar su equipo de gobierno.
Cerca suyo aseguran que de llegar a la Gobernación Kicillof no “loteará” ministerios entre las diversas tribus del peronismo en este amplio esquema de unidad plasmado en el Frente de Todos. “Eso no quiere decir que va a gobernar aislado. Se podrán negociar espacios, pero no va a haber un modelo ‘Frankestein’ como en el gobierno de (Daniel) Scioli, que le entregaba un ministerio a un intendente y se desentendía. La conducción de gobierno va a ser de Axel ciento por ciento. El que piense otra cosa es porque no lo conoce”, asegura un dirigente cercano al diputado nacional.
En estos últimos días, Kicillof sumó encuentros con intendentes. En una semana, se sacó tres fotos con Martín Insaurralde, un ‘primus inter pares’ entre los jefes comunales del sur del Conurbano, de donde saldrá el mayor caudal de votos para el Frente de Todos. ¿Qué rol cumplirán durante su gobierno los intendentes? ¿Tendrán espacio en el gabinete? Por lo pronto, en el tablero de especulaciones, circula con fuerza el nombre de Federico Otermín, que responde a Insaurralde, como posible presidente de la Cámara de Diputados.
Después de las elecciones, lo primero para resolver será lo inmediato. La transición administrativa, el pago de aguinaldos, la situación social y hasta el Operativo Sol y la negociación salarial para 2020. Esos son los temas que hoy preocupan a Kicillof.