Terminado el proceso electoral de este año el radicalismo deberá tomar una decisión crucial: si mantiene el acuerdo con el PRO o por el contrario comienza a buscar un destino distinto. El debate está instalado de antemano pero la forma en que se resuelvan los comicios seguramente terminará por condicionarlo.
Mientras tanto, los radicales, al menos en la Provincia, sacan cuentas.
Y aún con el resultado adverso de las Primarias proyectado a octubre, se muestran convencidos de que lograrán retener su base territorial. Traducido, una cantidad prácticamente similar de municipios a los que controlan en la actualidad.
También, un número bastante cercano a la representación legislativa que despliegan tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores bonaerenses.
Previendo un escenario complejo para el oficialismo de cara a octubre, creen que es una base importante desde donde arrancar. Cualquiera sea el futuro alineamiento, prevén que la UCR conservará una buena representación como para mantener presencia e influencia, en especial en el Interior de la Provincia y en la Legislatura.
En la actualidad los radicales gobiernan 36 distritos, como se dijo, la mayoría del Interior. La excepción son San Isidro, la patria chica de Gustavo Posse, y Berisso, a cargo de Jorge Nedela. El resto, salvo Tandil, comunas de escaso peso poblacional. Las primeras cuentas que sacan en la UCR es que, de ese número global de 36 comunas, perderán solamente 2 ó 3. Producto de los resultados, algunas consideran muy difícil de mantener. Pero existen otras que podrán arrebatarle al peronismo, según esas mismas proyecciones.
Entre las “muy difíciles” de sostener surgen cinco. Una de ellas, quizás la más comprometida, es San Vicente. Allí el intendente Mauricio Gómez apenas llegó al 19,7 por ciento de los votos contra el 54,8 por ciento del peronismo que fue a una interna entre varios postulantes.
Otro de los distritos muy comprometidos, según el radicalismo, es Berisso. Allí gobierna Jorge Nedela, que obtuvo el 23 por ciento de los votos contra el 60% de los dos peronistas que fueron a las PASO.
En el mismo renglón de complejidad aparece Brandsen. El intendente Oscar Cappeletti logró el 35,1 por ciento de los votos contra el 54,8 por ciento de los candidatos del Frente de Todos.
También está en serios problemas Alejandro Federico, el intendente de Suipacha. Consiguió en las PASO el 34,8 por ciento de los votos contra el 60,6 por ciento que reunió la interna del Frente de Todos. Y a esa lista hay que sumarle Mar Chiquita donde el intendente Carlos Ronda resbaló feo y quedó a 15 puntos de la sumatoria de la primaria peronista.
En un segundo renglón aparecen los distritos “en problemas” pero con chances de seguir bajo la tutela radical. Uno de ellos es Maipú, donde el intendente Matías Rapallini ganó por apenas 36 votos. En Chacabuco, en tanto, el jefe comunal Víctor Aiola quedó casi dos puntos abajo de los candidatos peronistas. Los radicales creen que podrán retener ambas comunas.
Remando contra la ola azul del Frente de Todos, candidatos radicales quedaron en muy buena posición para arrebatarle al peronismo dos distritos. Uno es San Miguel del Monte, donde gobierna la massista Sandra Mayol. La interna del oficialismo quedó para el dirigente de la UCR José Castro.
Pero sumado, Juntos para el Cambio trepó al 58 por ciento. La peronista Mayol apenas trepó al 26 por ciento. Otro batacazo podría darse en Saavedra, la patria chica del histórico peronista Hugo Corvatta. El candidato radical Gustavo Notararigo lo derrotó por cerca de 300 votos.
No existen dudas, en cambio, sobre de las victorias en San Isidro, Tandil, Balcarce, Magdalena, General Guido y San Cayetano, entre otros distritos.
En síntesis, el radicalismo estima que pese a la ola peronista que pasó por la Provincia en las Primarias, no saldrá tan magullado. Suena poco probable que logre mantener la vicegobernación, pero al menos retendrá una treintena de distritos.
ACTUALMENTE GOBIERNAN 36 DISTRITOS DE LA PROVINCIA
Radicales buscan retener la mayoría de sus comunas
A pesar del resultado adverso de las PASO, los intendentes de la UCR creen que lograrán mantener su base territorial.
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