Previo a las PASO y con la necesidad de generar certezas a modo de ansiolítico pre-electoral, las alianzas políticas recurrieron una vez más a los encuestadores. Señores de palabra firme, doble apellido y trajes caros que se pasean por los canales cual vedettes previo al comienzo de la temporada estival. La novedad es que ahora tienen nuevas herramientas y como toda innovación despierta interés motivo por el cual muchos pegaron la ñata contra el vidrio con gran expectativa al grito de “quiero, quiero!”.
La novedad
Para quienes no están familiarizados con el término, cuando hablamos de “Big Data” nos referimos a conjuntos de datos capturados por las nuevas tecnologías, los dispositivos GPS, redes sociales, registros de llamadas y otras fuentes de información. El objetivo de los estudios es analizar las huellas que dejan los usuarios en su comportamiento digital cotidiano y a partir de ahí “deducir” que no es lo mismo que analizar para luego concluir en el tan ansiado vaticinio electoral.
Elefante blanco
En la previa, la máquina dictó la información y los encuestadores olvidaron su carácter analítico pasando a la transcripción operativa de los resultados y esto dejó en evidencia el error metódico. Es que el candidato Mauricio se presentaba como el nombre con mayor cantidad de búsquedas (Google Search) y gran volumen de mediático (menciones). La diferencia era sensiblemente superior a la de Alberto y Cristina por lo que los consultores proyectaron esa información a un triunfo oficialista conformando un verdadero “elefante blanco” de datos.
Con el resultado “puesto” los señores aparecieron sin acusar recibo del nuevo papelón informativo y con ceño fruncido analizaron resultados impostando cierta capacidad de comprender a la sociedad argentina. Nada de esto, lo único que hicieron fue asumir con literalidad lo que la tecnología les dictó, llevarlo a un lindo Power Point y luego enviar la factura. Clin caja.
Herramientas, de eso se trata. La valoración y utilidad de las nuevas tecnologías deberá estar contextualizada en vinculación con el carácter imprevisible de algunas cuestiones que deberemos seguir analizando con razón y emoción social. El elefante blanco impresiona por fuera pero si lo miramos en detalle muchas veces no tiene nada en su interior.
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