Así lo revela un estudio de la UCA, que refleja un aumento de la desconfianza en las instituciones y en las organizaciones políticas
Se la define como un “estado de indiferencia, extrañamiento, pasividad y falta de interés respecto de los fenómenos políticos”. Y se la denomina “apatía ciudadana”. Se trata de una actitud frente a la vida colectiva que crece entre los argentinos. De hecho, una de cada tres personas mayores de 18 años manifiesta esa postura, que percibe a la democracia como un sistema que no le trae soluciones para la vida cotidiana.
Así lo reveló una encuesta realizada por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (OSDA-UCA), a la que accedió este diario. El estudio académico determinó que este año la apatía ciudadana trepó al 34,6% de los consultados, alcanzando el máximo histórico de la serie realizada entre 2010 y 2018. El año pasado, este indicador se ubicó en el 25,5%, con lo cual subió más de diez puntos porcentuales.
Los especialistas sostienen que el malestar suele agudizarse en los años no electorales, como el actual que está por finalizar. Pero lo que se observa en esta oportunidad es que la disconformidad puede haberse incrementado a raíz de la crisis económica, que aumenta la percepción social de que el sistema es deficitario. A tal punto, que el trabajo reveló también un fuerte incremento en el nivel de desconfianza a las instituciones.
La encuesta del OSDA tiene la misma base de las que ganaron prestigio en los últimos años midiendo la evolución de la pobreza, especialmente cuando el INDEC –el organismo oficial de estadísticas- dejó de publicar ese indicador fundamental para evaluar la situación económico-social del país. El estudio se focalizó en aglomerados urbanos de 80.000 habitantes o más; y abordó 5.800 casos por año desde 2010.
En ese marco, se precisó que la “apatía ciudadana” se concentra entre las personas pertenecientes al estrato bajo marginal (42,8%); la población que habita en villas y asentamientos precarios (50,5%); en el Conurbano bonaerense (39,7%); entre los jóvenes de 18 a 34 años (38,5%) y en personas que no tienen secundario completo (42,4%), describió el director del estudio, Bautista Gutiérrez Guerra.
En el trabajo que la UCA envió a este diario se advierte que la apatía ciudadana “implica un obstáculo considerable a la hora de alcanzar un efectivo compromiso por parte de la clase política y de la opinión pública en la construcción (común) de una cultura democrática”.
En tanto que la desconfianza en las instituciones, ubicada en el 60,2%, “se relaciona con el mal desempeño que se percibe del Gobierno nacional, el Congreso, la Justicia y la Policía/Gendarmería, en la medida en que no son capaces de satisfacer las demandas y expectativas de la población, impactando sobre el grado de legitimidad y la estabilidad de un régimen democrático”.
Un tercer indicador, denominado “déficit de participación ciudadana”, trepó al 74% y midió el porcentaje de personas que no participan en ninguna actividad, organización ni institución de la sociedad civil (actividades político-partidarias, sindicales, parroquiales o de alguna institución religiosa, solidaria o junta de vecinos). Esto es, prácticamente 3 de cada 4 argentinos adultos.
Mientras que, de acuerdo al estudio, dos de cada tres argentinos directamente no están conformes con el funcionamiento del sistema democrático. Aunque el trabajo no abunda en detalles al respecto.
A la hora explicar los indicadores, que encienden luces amarillas para el país, se afirmó que “la relativa estabilidad político-institucional lograda a partir de 1983 no se tradujo de manera automática en el logro de objetivos más amplios ni el desarrollo de la cultura democrática”. Y se concluyó: “El principal escollo en ese camino parece ser la ausencia de un proyecto común de Nación”.
UN INDICADOR PREOCUPANTE
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