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ENFOQUE

El desdoblamiento aparece en el horizonte electoral

El calendario electoral de la provincia de Buenos Aires vuelve a ser un tema de primer orden en las conversaciones reservadas de la dirigencia política. Aunque los comentarios trascienden las fronteras bonaerenses, porque en juego se pone nada menos que la estrategia que cristalizaría la continuidad de Cambiemos o, en su defecto, el retorno del peronismo a la cúspide del poder.
Según trascendió de diversas fuentes políticas, tanto oficialistas como opositoras, el eventual desdoblamiento de las elecciones en la Provincia depende fundamentalmente de tres factores: la dinámica interna de Cambiemos, con la gobernadora María Eugenia Vidal como eje determinante; los efectos de la polarización Macri-Cristina y hasta del Presupuesto bonaerense.
En la alianza gubernamental existe una incipiente discusión interna sobre la conveniencia de que las provincias administradas por Cambiemos –Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y la capital- fijen una fecha única de elecciones, antes de las nacionales previstas para agosto –las PASO- y octubre –las generales- de 2019. Incluso, ya trascendieron contactos entre mandatarios del PRO y de la UCR.

El eventual desdoblamiento de las elecciones en la Provincia depende fundamentalmente de tres factores: la dinámica interna de Cambiemos, con la gobernadora María Eugenia Vidal como eje determinante; los efectos de la polarización Macri-Cristina y hasta del Presupuesto bonaerense.

Por un lado, el tándem Vidal-Horacio Rodríguez Larreta –cada vez más establecido en el PRO cuando se proyecta el post-macrismo-; y por el otro, la dupla Alfredo Cornejo-Gerardo Zamora, que tiene peso específico en el radicalismo. El gobernador jujeño admitió ayer estas versiones, pero enseguida aclaró: “No nos vamos a cortar solos. Será una estrategia a nivel nacional”.
¿De qué se trata esa estrategia? En Cambiemos se comenzó a hablar de la necesidad de asegurar el gobierno de los distritos propios, con elecciones desdobladas de la nacional, como una forma de apalancar la candidatura del presidente Mauricio Macri a la reelección. Esto es, de darle volumen a la postulación del jefe de Estado, cuya imagen viene muy golpeada por la crisis económica.
Claro que en la Casa Rosada son refractarios a esta posibilidad. Analizan, sobre todo en el despacho del jefe de Gabinete, Marcos Peña, que desdoblar las elecciones sería visto como una señal de debilidad presidencial. Pero más allá de las distintas posturas, el debate no está saldado ni mucho menos. “Estos temas se estudian e investigan”, precisó un funcionario bonaerense.
En la Gobernación están preocupados por los efectos de la polarización entre Macri y Cristina Kirchner. Específicamente, advierten que podrían ser contraproducentes para Vidal, que se vería arrastrada a la baja porque su intención de voto es superior al del Presidente.
Como informó este diario hace dos semanas, el que primero vio esa amenaza latente fue el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Pero se sabe que el predicamento del legislador bonaerense es neutralizado, en el entorno de Macri, por Peña y por el asesor Jaime Durán Barba.
De todos modos, el asunto seguirá sobre la mesa política de Cambiemos. El próximo martes se reunirán Peña, Vidal, Larreta, Frigerio y el propio Monzó. Aunque lo que realmente definirá el debate serán las encuestas –muy detalladas en el caso de la Provincia- probablemente en febrero próximo. El laboratorio electoral funcionará así a pleno durante la temporada estival.
Un tercer factor político incide en la definición de la estrategia del desdoblamiento electoral: las negociaciones para la sanción del Presupuesto bonaerense. Ya es bien conocido el reclamo del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, a la gobernadora Vidal para separar los comicios municipales de los provinciales y nacionales.
Massa y Vidal se encontraron cara a cara la semana pasada, pero las negociaciones quedaron estancadas, afirmaron fuentes cercanas al tigrense. Sin embargo, la Gobernación parece haber reflotado ahora la idea del desdoblamiento justo cuando necesita los votos del Frente Renovador para aprobar el Presupuesto y sobre todo, el capítulo del endeudamiento para 2019.
A su vez, Massa necesita una alteración del cronograma electoral de modo tal que los intendentes del Conurbano no queden obligados a jugar con la ex presidenta Fernández de Kirchner, dada su elevada intención de voto en los distritos donde gobierna el PJ.
Con todo, hay otro proyecto en danza –elaborado por el legislador César Torres, cercano al intendente de Vicente López, Jorge Macri- para eliminar las PASO en territorio bonaerense. El primo del Presidente sostiene que las internas abiertas y obligatorias también tendrían que ser dadas de baja a nivel nacional. Y se apoya en una encuesta que reflejó que el 73% de los bonaerenses no quiere las PASO.
“Todo está por verse. Recién estamos desplegando el mapa. Esto es como un gran TEG”, sostuvo un dirigente de Cambiemos al tanto de las conversaciones. Así las cosas, el desdoblamiento no parece una mera especulación para el futuro electoral de la Provincia.

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