La campaña argentina “Hablar es empezar a prevenir” ha dejado patente que, al menos, cuatro niños, niñas o adolescentes son abusados sexualmente al día en el país. Una estadística basada en llamadas y que deja ver solo la punta de un iceberg que oculta una mayúscula “cifra negra”, según los expertos.
En algo menos de dos años, en el programa “Las víctimas contra las violencias” han atendido 8.485 llamadas y un 55 % de ellos reportaban casos de abuso sexual.
En 3.214 ocasiones las víctimas eran niños, niñas y adolescentes (NNyA), lo que arroja una media de, al menos, cuatro situaciones de abuso infantil al día en Argentina.
El número impacta, aunque insisten en que la “cifra negra” -los casos que se desconocen- es mucho más elevada. Basta un ejemplo. La campaña es nacional pero casi la totalidad de los usuarios de esta línea son de la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.
“Hay regiones donde el problema existe, y muy grave, pero también está muy naturalizado.
En el norte del país, por ejemplo, tenemos conocimiento de que hay mucho abuso sexual intrafamiliar, pero a veces son pueblitos pequeños que no reconocen el recurso, por lo que ni se denuncia ni hay intención de hacerlo”, el sociólogo e integrante del equipo de estadísticas del programa, Kevin Wierzbinsky.
Recientemente saltó a la primera plana el caso de un colegio, en la ciudad de San Salvador de Jujuy, que sumaba -solo en lo que va de año- 30 embarazos adolescentes entre el alumnado.
Vemos que el 90% de los abusos son perpetrados por gente conocida de la víctima y que el 70% se da en su hogar o en el del agresor.
La noticia levantó una gran polémica en medio de reclamos por una Ley de Educación Sexual Integral que obligue a los centros públicos a informar y prevenir a NNyA sobre enfermedades sexuales o embarazos no deseados, entre otros asuntos, y puso el foco en los múltiples casos de abusos a menores que registra esa provincia.
“Cada día hay una parte de esa cifra negra que pasa a visibilizarse porque cada día hay más llamadas” y también “menos tolerancia” por parte de la sociedad, aseguran.
Carina Rego, asesora general del programa, sostiene que para conseguirlo “es fundamental la difusión”, pues a través de ella se “instala la idea de la ley” y se deja claro que “el abuso sexual es un delito”.
“Cuando vemos que el 90 % de los abusos son perpetrados por gente conocida de la víctima o que el 70 % se dan en su hogar o el del agresor, lo que siempre pensamos que causaban desconocidos ahora se demuestra que el problema está dentro y es más difícil denunciar esta situación”, dicen los analistas de la campaña.
Ambos coinciden en la trascendencia de “la inserción del niño en lo público” para detectar muchos de esos casos en los que sus “adultos de confianza” manipulan su discurso.
“De todo tipo de abusos que sufren NNyA el que cuesta más trabajo siempre visibilizar es el sexual porque es un tema del que nadie quiere hablar”, dijo a Efe la psicoanalista y fundadora de “A.S.I NO! Abuso Sexual Infantil ¡NO!”, Mónica Laura Creus Ureta.
La plataforma se centra en la “prevención” para lograr que “algo que era una película” se convierta en un hecho aislado, por eso plantean la necesidad de educación sexual integral desde un nivel educativo inicial que les brinde “instrumentos” a los niños para “poder defenderse”.
“Hay casos de niños que a través de las charlas que les han dado acerca del cuidado de sus propios cuerpos han hablado de situaciones de abuso”, agregó.
Admite “progresos” desde lo legal, pero lamenta que mientras el 19 de noviembre sea más conocido por ser el Día del Retrete que por el de la Prevención del Abuso Infantil existirá una deuda con todas las víctimas.
(*) Periodista de EFE
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