Por estos días, Junín da una muestra de compromiso que la enaltece. Lo multitudinario de las marchas sorprende gratamente, estimula y genera algunas preguntas. Dos en particular, me resultan sobresalientes. En lo que sigue, no hay la menor intención de crítica sino de exponer algunas reflexiones que ojalá resulten útiles.
"¿Por qué esta vez salieron todos?", podría ser la síntesis de una cuestión que muchos expresaron. Creo que se responde en parte con otra pregunta: "¿Por qué otras veces anteriores no salieron todos?". Y debería servir como advertencia para el futuro: "Ojalá no pase nunca más, pero si pasa, salgamos todos nuevamente".
En un sentido de esa pregunta, lo que se cuestiona es que para Junín las causas tienen valores diferentes dependiendo de la extracción social de las víctimas. Es posible, pero cuestionar con eso el compromiso presente es también ejercer una discriminación, aunque en sentido inverso al habitual. Debería evitarse, si se quiere construir algo.
Aún así, es cierto que existe en Junín una profunda grieta que trasciende a lo económico, a lo político y a lo social. Si tuviera que precisar, creo que se trata de un rasgo cultural que se define en torno a los límites de la "otredad".
El concepto de mayoría en ciencias sociales no siempre tiene que ver con lo numérico, sino con posiciones de poder. En Junín, ambas acepciones son aplicables a una población que se auto percibe con determinados rasgos. Una mayoría de "nosotros" consideramos que somos gente de bien, gente de trabajo, tranquila, que queremos a nuestras familias. Un acto de fe que nos ayuda a convivir comunitariamente. La amenaza viene "de afuera".
Imposible definir límites precisos entre "nosotros" y "los otros", pero confío en que cada lector de estas líneas ha sido asaltado ahora por una imagen más o menos precisa de eso a lo que me refiero. Y por definición, es poco frecuente que alguien se sienta "el otro", así que el mito tiene larga vida todavía. Esta disquisición un tanto confusa me fue necesaria para proponer que esta última vez, víctima y victimario eran parte de un nosotros mayoritario, y que tal vez por eso la reacción fuera tan fuerte. Como si se intentara generar los propios anticuerpos.
Hay más explicaciones, los que marchan lo hacen con una multiplicidad de sentidos. A muchos los habrá movilizado la desconfianza hacia un poder judicial que tiende a ser menos celoso cuando se trata de poderosos. También habrá habido algo de eso. Ser argentino es saber que la presión social es imprescindible para que sucedan algunas justicias. Hay muchas explicaciones para responder sobre lo numérico, yo solo esbozo aquí las que todavía no escuché.
La segunda pregunta es "¿Qué está diciendo esta marcha multitudinaria?", a lo que surge una respuesta inmediata. Todos, pero sobre todo las mujeres, y sobre todos las mujeres más jóvenes, están pidiendo que las cuiden. Que el Estado intervenga para que no las maten más, para que no las violen más, para que no las abusen más. Y que la sociedad despierte y ya no las mate, ni las viole, ni las abuse.
Pero también hay otra respuesta, una que no se grita en las marchas y que está determinada por la irrupción de un nuevo paradigma, el paradigma de la Igualdad. "No es No" es una posición que forma parte de una cadena de demandas. No es un grito aislado. "Ni una menos", "Vivas nos queremos" son parte integrante de "No es No". Ninguna de ellas tiene la misma fuerza cuando se la aísla del resto.
Sin embargo, esta realidad es desestimada por muchas bienintencionadas, pues creen que la cadena tiene la misma fuerza si la cortan donde les dicta sus conciencias. Y la verdad, es que no. Cada una de las demandas de la serie no tiene la misma fuerza cuando se les cae alguna, incluidas las "demandas políticas".
"No es no" se fortalece con "Igualdad laboral" y con "Ley de cupos" y con "el derecho a decidir". Una mujer empoderada social y laboralmente es imprescindible para que "No es No" no dependa de la buena voluntad del agresor.
La Política no es mala palabra, ojalá se entienda. Lo partidario es solo una parte muy menor de la Política. No reneguemos de ella o dejaremos todo como está.
(*) Concejal por Unidad Ciudadana.
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