Muchos argumentos son respetados por expresar lo que se espera escuchar. Lugares comunes, respuestas obvias que no mueven nada. Lo dejan todo como está y salen ilesos de fracaso sin generar éxito. En la columna de hoy intento romper con esa lógica que relaciona el status quo con la construcción de certezas comerciales.
Están por todos lados, ocupan mucho lugar en las reuniones y completan párrafos en los diarios. Ellos, desde la quietud postulan la estrategia de no arriesgar. Son conservadores, aún cuando la situación demanda cambios urgentes, nuevas fórmulas y perspectivas.
El punto es quien se hace cargo de plantear algo diferente y en esa instancia opera el temor al ridículo en la mirada de los otros, sobre todo en ciudades como la nuestra. Tranquilos, no se trata de rebeldías absurdas, pensamientos irracionales e irresponsables sino que es tan simple como formular preguntas incómodas, esas que pueden molestar y herir susceptibilidades.
El punto de partida es la mirada crítica y constructiva que desecha la palmada en la espalda por los éxitos obtenidos focalizando en las cosas por hacer, con la mirada a futuro y de cara a desarrollar los cambios necesarios para adaptarse a la dinámica que imponen los mercados.
¿Cómo está tu negocio, estás vendiendo bien? Estás conforme con el rumbo de tu marca? ¿Crees que tu comercio tiene la misma fortaleza que en sus comienzos? ¿Consideras que estás creciendo o decreciendo? ¿Cómo te imaginas en cinco años? ¿vas en ese camino? ¿Cuáles fueron tus errores, se pueden resolver? ¿Alguien te pisa los talones?
Estamos atravesando un año lleno de oportunidades, es tiempo de “mojar orejas” y despertar esas ideas que no se expresan por temor. Es que los negocios se construyen desde ése lugar, tomando la locura como rasgo creativo que rompe estructuras.
Vivimos en una ciudad que tiene una cepa que a veces impide que surjan frutos frescos, diferentes, coloridos. Hay que ir a la raíz y ser diferentes, no como actitud estética y estéril sino como fuente de nuevos negocios. A fin de cuentas, la única certeza que construye hacer siempre lo mismo es que nada cambie y si nada cambia el entorno competitivo lo hará por vos. Hagan lío.
MARKETING APLICADO
Locura
Una forma de pensar los negocios.
COMENTARIOS