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María Eugenia Vidal intenta adoptar medidas que frenen la brusca caída de su imagen en suelo provincial.
LA PROVINCIA

María Eugenia Vidal busca blindarse y el PJ de los gobernadores ensaya su armado bonaerense

La Gobernadora prepara anuncios y ordenó aplacar el conflicto con el turf, mientras vuelven Massa y Randazzo a escena.

“Hay que blindar a María Eugenia”. Como si fuese un imperativo de estos tiempos, en el oficialismo machacan con esa idea en una etapa de fuertes turbulencias para el Gobierno.
En medio de una crisis económica que, se prevé, mostrará su peor cara en lo que resta del año, proteger a una de las principales figuras de Cambiemos se ha transformado en una obsesión para la dirigencia de la alianza gobernante.
Vidal es vista como un reaseguro, como un plan alternativo para el caso de que Mauricio Macri no llegue con chances ciertas de intentar la reelección el año que viene. Por eso, en la Provincia se han encendido luces de alerta ante la erosión que sufre su imagen en sintonía con el declive que viene experimentando el gobierno nacional.

Números que asustan
Una encuesta conocida en las últimas horas preguntó a los bonaerenses por qué fuerza política votarían si las elecciones fuesen hoy.  La muestra desglosa, en el caso de la Provincia, el Conurbano y el Interior. En el Gran Buenos Aires, el oficialismo sólo recogería el 31,6 por ciento de los votos contra un 57,4 por ciento que se inclinaría por una propuesta opositora no definida.
Se trata de un resultado esperable en función de la caída de la imagen del Gobierno y por tratarse del sector de la Provincia donde es más fuerte el peronismo. Sin embargo, lo llamativo se verifica en el Interior, donde el oficialismo obtuvo notables diferencias en los dos últimos comicios. Allí, Cambiemos sólo obtendría un 37 por ciento frente a un 43,3 por ciento de la oposición.
Cerca de Vidal aseguran que la caída de su imagen se detuvo. Y que ahora viene el complejo desafío de evitar el retorno al tobogán. La propia Gobernadora lo viene intentando con algunas decisiones. Habría que anotar en ese sentido los últimos anuncios de aumento de las asignaciones familiares y el retorno de los descuentos en supermercados para los clientes del Banco Provincia.
Prepara otras medidas. Una de ellas tiene que ver con adelantar el pago de la última cuota del acuerdo paritario con los empleados estatales que vencía en septiembre como reconocimiento a que la inflación viene erosionando fuerte el poder adquisitivo de los salarios. También se espera una nueva oferta salarial para los docentes, que ya barajan un paro de 72 horas que impediría el normal reinicio de las clases tras las vacaciones de invierno.

Guiño al turf
Otras decisiones empiezan a asomar en el horizonte. Con la premisa de eludir nuevos frentes de conflictos, el oficialismo estaría dispuesto a flexibilizar el polémico proyecto que elimina los aportes estatales al turf que debe discutirse en la Cámara de Diputados. Esa iniciativa que pone en juego unos mil millones de pesos, viene generando un fuerte rechazo de la actividad hípica que está advirtiendo sobre su virtual extinción.
Hay otro proyecto en danza. Legisladores de Cambiemos empezaron a trabajar, con el visto bueno del Ejecutivo, en una propuesta para aliviar el bolsillo de los bonaerenses que alquilan: quieren que los gastos administrativos y de gestión que actualmente pagan los inquilinos, corran por cuenta de los propietarios, lo que podría terminar trasladando el valor a los alquileres.
Otras cuestiones desvelan al oficialismo bonaerense. Aún no se conoce el impacto que tendrá sobre la Provincia el ajuste que comprometió la Nación con el Fondo Monetario Internacional. Se habla de unos 45 mil millones de pesos por la transferencia de las eléctricas Edenor y Edesur y los subsidios al transporte.
La negociación, sin embargo, no está cerrada y comienza a transitar por diversos andariveles. Por caso, un grupo de legisladores bonaerenses encabezado por el presidente de la Cámara baja Manuel Mosca, viajó a San Juan para reunirse con el gobernador del PJ Sergio Uñac.
Diputados oficialistas, peronistas y del Frente Renovador fueron a ver al mandatario con la premisa de encontrar apoyo a la pulseada que ensaya Vidal para que Buenos Aires no sea la principal perjudicada por el ajuste. Repitieron en ese encuentro, el planteo que viene enarbolando la dirigencia bonaerense: que aun con el Pacto Fiscal y el descongelamiento del Fondo del Conurbano, la Provincia sigue recibiendo menos fondos federales de los que genera y que el traspaso de empresas y subsidios no haría más que agravar la situación de discriminación existente.

Movimientos del PJ
Mientras tanto el peronismo empieza a sentir que la ventana que le abrió las desventuras de Cambiemos lo obliga a adoptar definiciones en la Provincia. En especial, el sector moderado que parece encaminarse hacia el objetivo de conformar una oferta por fuera del kirchnerismo.
Algunos gobernadores y dirigentes habrían alertado a Sergio Massa y Florencio Randazzo, que asoman como referentes del espacio en la Provincia, sobre la imperiosa necesidad de dotar de arquitectura bonaerense a la propuesta del Peronismo Federal.
Ese esquema muestra una fuerte dosis de fragilidad. La mayoría de los intendentes del Conurbano sigue cerca de Cristina Kirchner porque es la dirigente que más mide en sus distritos. Algunos de ellos acaso miren con alguna expectativa ese aire de renovación que procuran inyectar los gobernadores, pero ninguno parece dispuesto a dar un salto al vacío y abrazarse a una propuesta que sigue sin ofrecer certezas mínimas.
Lo que pasa es que los muchachos son austeros para el coraje”, concluyó un encumbrado legislador nacional cercano a los gobernadores al analizar el comportamiento de los intendentes peronistas del Conurbano.
 Esa jocosa mirada descorre el velo sobre el desafío del peronismo moderado: cómo hacer para seducir a esos alcaldes de que los espera un futuro mejor lejos de Cristina. La cuestión no parece ser tan simple. Acaso para tantear de primera mano su complejidad, Uñac, se reunió con varios de estos intendentes hace algunas horas. Ninguno de ellos le juró fidelidad al Peronismo Federal, pero aprovecharon el encuentro para bajar el mensaje de que cualquier armado bonaerense del espacio carecerá de consistencia sin su concurso.
Por lo pronto, se prepara una cumbre en Mar del Plata para agosto en la que Massa y Randazzo empezarían a mostrarse, ya en público y con mayor decisión, al frente del armado de los gobernadores.

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