La situación económica es grave. Es un tiempo fértil para los especuladores, mientras que para los sectores productivos es un tiempo calamitoso ¡No todo está perdido! Pero para salir de ésta necesitamos entender profundamente que nadie, individualmente, es culpable de lo que le está pasando. Y hay que entenderlo profundamente porque van a intentar convencerte de lo contrario: de que es tu culpa y de que la solución está a tu alcance individualmente.
¡No fue tu culpa que te cambiaran las reglas del juego! Cuando proyectaste tu negocio sabías que las tarifas tenían un valor y que te significaban un costo determinado. Con esa ecuación pusiste tus precios e incorporaste al personal que necesitabas. Sabías que estas cosas pueden variar, pero nadie pudo prever este verdadero saqueo que constituyen los aumentos de hasta el 1000% en solo dos años.
Vos sabías que tus clientes disponían de un dinero determinado para comprar tus productos. Nadie te avisó que a esos jubilados a los que pensabas venderles, los iban a perjudicar cambiando la forma de aumentarles. ¡Esa plata que ahora no les pagan es la que les falta para consumir en tu negocio!
Dijeron que los salarios no iban a ser la variable de ajuste. Nadie avisó que los precios aumentarían por sobre los ingresos de los trabajadores. Ni que el tarifazo se quedaría con la cuarta parte de sus sueldos. ¡Esa plata que perdieron los asalariados es la que hoy falta para dinamizar el consumo local!
Si asumimos esto, si asumimos que el cambio de las reglas de juego fue lo que nos llevó a esta situación, entenderemos que fueron decisiones políticas las que cambiaron las reglas. Y entenderemos que es necesario que esas reglas vuelvan a cambiar desde la política para que podamos sobrevivir como productores.
Por eso este lunes los trabajadores paran y las Pymes se manifestarán con un “persianazo”, para que se note que queremos seguir trabajando.
José Bruzzone
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