OPINIÓN

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, clave para el futuro

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional concentra todas las expectativas, a favor o en contra, sobre el futuro económico de la Argentina y una eventual reelección de Macri.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional concentra todas las expectativas, a favor o en contra, sobre el futuro económico de la Argentina y, por añadidura del desarrollo político para la elección presidencial de fines de 2019. Con la excepción del oficialismo, nadie apoya esa gestión con el organismo internacional y, en el mejor de los casos, los gobernadores del peronismo denominados como la “oposición racional”, que no se han declarado abiertamente en contra, esperan que el ajuste fiscal sea un tema exclusivo de la Nación.
La gran mayoría de las provincias y los gobernadores se autoexcluyen de la responsabilidad de la enorme presión tributaria, el gasto excesivo o de un “Estado bobo”. Como en la canción de Antón Pirulero, cada cual atiende su juego. Por una u otra razón, la dirigencia política siempre busca responsabilidades en otro lado. En este clima, no parece que tenga éxito la convocatoria del Presidente Mauricio Macri a un acuerdo amplio. El Gobierno no se ha mostrado muy hábil en estas gestiones y, además, no se advierte un bloque monolítico para acompañar las declaraciones del Presidente: aparecieron fricciones en el gabinete tras los cambios que fortalecieron a Nicolás Dujovne y debilitaron al jefe de Gabinete, Marcos Peña y sus dos escuderos, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
El ministro coordinador en el área económica, Dujovne, debió ceder rápidamente con la eventual suspensión de la baja de las retenciones a la soja, de 0,5 % mensual para completar 6 puntos en el año. De acuerdo a un cálculo realizado por la Bolsa de Cereales de Rosario, el costo fiscal de esa baja es de 1.000 millones de dólares en el 2018. El mismo Macri se involucró tras el operativo en contra, liderado por el ministro de Agricultura, Miguel Etchevehere, que descartó esa posibilidad, aunque el propio Dujovne la tenía como una alternativa en estudio.

El ministro coordinador en el área económica, Dujovne, debió ceder rápidamente con la eventual suspensión de la baja de las retenciones a la soja.

Probablemente el Presidente optó por descartar el tema de las retenciones para evitar un conflicto político mayor con el campo. La baja gradual continuará, aunque no es improbable que el debate regrese si la situación fiscal no mejora todo lo que requiere el acuerdo con el FMI.
Otro debate que levantará temperatura, pero que pocos resultados ha dado en el pasado, tiene que ver con la planta de personal y las iniciativas de congelar las vacantes o los sueldos altos. Según un estudio de Fundación Mediterránea, el empleo público ha crecido muy por encima de los parámetros sociales o económicos. En la década que finalizó en el 2015, la población de la Argentina aumentó en aproximadamente 10 %. La planta de personal en el sector público nacional, en ese mismo lapso, aumentó en 36,3 % y en el consolidado de las provincias en 45,6 %. Lo ocurrido indica como el sector público reemplazó a la actividad privada, que no demandó más empleos en ese lapso.
Con respecto a las remuneraciones, una simulación realizada por el estudio de Fundación Mediterránea, indica que el sector público en su conjunto (Nación, provincias y municipios) podría ahorrar hasta 1,6 % del PBI en este año, si se congelaran los salarios de más de 50.000 pesos por un año. Es decir, los salarios más altos.
El aporte a este ahorro fiscal sería de 0.4% para la Nación, de 1,0 % para las provincias y de 0,2 % para los municipios. La información también revela que las provincias y los municipios tienen mucho para hacer en la baja del gasto estatal. Aunque para que una medida de este tipo avance, deberían existir acuerdos políticos, ya que requiere la aprobación legislativa del Congreso y de las Legislaturas provinciales.
El valor del dólar es otra de las incógnitas que existe detrás del acuerdo con el FMI. El jefe del Banco Central, Federico Sturzenegger, sostiene que la cotización de 25 pesos es suficiente y que no habría motivos para imaginar otra depreciación importante en lo que resta del año. La estimación está sesgada por su interpretación de las metas inflacionarias para el año, pero el resto del mercado, los economistas y probablemente el FMI tenga una visión muy diferente.
En el primer cuatrimestre de este año, la balanza comercial dio un saldo negativo de 3.438 millones de dólares, un rojo muy superior al de 1.291 millones de igual período del año 2017. Las Lebac y el ingreso de dólares del exterior por razones financieras, no continuaría de ahora en más. Es claro que la Argentina ya no tiene un acceso fácil a los mercados de capitales y para los fondos especulativos hay menos atractivos para mantenerse en pesos. Con lo cual, la oferta de dólares caerá fuertemente comparada con lo ocurrido hasta ahora. ¿Cuál será el precio de equilibrio del dólar? No podría quedar relegado respecto a la inflación interna, pero además, si el dólar se mantiene fortalecido en los mercados externos, tampoco podría eludir esa revalorización.

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