Tímidos aires de protesta comienzan a soplar en la Argentina ya que Federación Agraria Argentina (FAA) realizará una ronda de consultas con los delegados de base para ver los "pasos a seguir" porque consideran que los pequeños y medianos productores sufren importantes pérdidas.
Podría ser un contagio de lo que sucede en Uruguay, donde finalmente los productores autoconvocados que empezaron las movilizaciones en rutas, campos y por aire fueron recibidos por el presidente Tabaré Vázquez.
En la proclama, que entregaron al mandatario uruguayo, pidieron una reducción del 15% de las tarifas eléctricas y la baja del precio del combustible, además de terminar con el atraso cambiario.
Cualquier coincidencia con las necesidades del campo y el sector agroindustrial de la Argentina no es casualidad: En la Argentina los productores afrontan los mismos problemas que sus vecinos.
Así, el Consejo Directivo Central de FAA evaluó y sus integrantes coincidieron en que "los pequeños productores" vienen "perdiendo por goleada".
Además, en la región núcleo afrontan una sequía que jaquea los cultivos de verano con una pérdida de rindes y rentabilidad que ya se anticipa para esta campaña 2017-2018.
La ronda de consultas de Federación Agraria empezará en los próximos días porque será en febrero y marzo y nadie descarta que puedan surgir medidas de protesta a su término.
Sobre todo si se considera que el nivel de endeudamiento de chacareros con las cooperativas creció un 20 por ciento en un año, según datos de FAA, con tasas de interés muy altas y el 85 por ciento de la actual campaña de soja ya está vendida por parte de los pequeños productores.
El Consejo Directivo Central de FAA evaluó y sus integrantes coincidieron en que los pequeños productores vienen ‘perdiendo por goleada.
"A lo cual debemos agregar el problema de la pérdida de rindes por una sequía que persiste en la zona núcleo", aseguraron los dirigentes federados en un comunicado.
Además consignaron que 2017 cerró con menos cantidad de tamberos y una caída de las exportaciones lácteas.
En las economías regionales, mencionaron los casos de productores que venden la ciruela o el damasco a 2 pesos el kilo, muy por debajo de los costos para producir y también, se refirieron a la crisis de la actividad azucarera, que llevó al cierre del ingenio San Isidro en Salta.
Respecto a los combustibles, FAA ya solicitó al Gobierno mecanismos para acceder a un gasoil con precio especial para el productor.
Otro punto de conflicto para la entidad que dirige Omar Príncipe, es la reforma tributaria aprobada en diciembre último al aventurar que si la carga impositiva era alta hasta ahora, lo que viene por delante es aún más difícil.
El crédito está alejado para los pequeños y medianos productores mientras suben costos y tarifas: los directores de FAA opinan que es necesario instalar estos debates en la agenda pública.
La otra entidad que salió a hablar es Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) al señalar que la "burocracia" es "interminable", luego de comprobar mediante una encuesta que decenas de trámites se repiten o superponen y distraen al productor de lo que debe hacer: producir.
Algunos de los casos son por ejemplo TIRE de Afip, el Registro Fiscal de Tierras Rurales Explotadas de propietarios y usufructuarios, que a través de una aplicación web releva las operaciones de explotación por cuenta propia o de terceros.
Para CRA siempre en la misma AFIP, hay una superposición de datos de TIRE con el RENSPA, el Registro de inscripción de actividad, las declaraciones Juradas y la presentación de Ganancias.
Los encuestados manifestaron que el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (Ministerio de Agroindustria) RUCA significa "una complejidad de tramitación por los requerimientos, engorrosa inscripción y reinscripción, superposición de datos con el Registro de inscripción de actividad en AFIP, lo que genera una desigualdad frente a lo requerido a otros sectores".
Consideraron que el "Aviso de Señalada" y "Permiso de Marca", para la ganadería ovina y bovina, no presentan utilidad práctica.
Mientras que criticaron que en el stock de granos destinados a venta existe una evidente falta de flexibilidad en los datos aportados, frente a imprevistos.
Así es evidente también que la falta de coordinación entre las diferentes áreas de Gobierno y sus diferentes estratos, nacional, provincial y municipal conlleva a una serie de distorsiones y complejidades que dificultan el normal desempeño del sector agroindustrial.
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