Las Toninas

Llegan las vacaciones y los encuentros sociales se nutren de otro tipo de intercambios. La política, el deporte o la escuela de los chicos le hace espacio a una pregunta que a veces llega con malicia, casi como una medida de que tan bueno fue tu año: ¿Te vas de vacaciones? ¿A dónde? En la columna de hoy quiero repasar el valor que la gente le asigna a cada uno de los destinos vacacionales. 
Maldivas, Brasil, Aruba o Mar del Plata. Cancún, Santa Rosa de Calamuchita o Bariloche. Cada uno de los destinos habla de una elección o posibilidad económica sobre la que se originan percepciones. En tiempos de exposiciones sociales, consumos públicos y vidas compartidas desde las redes, todos estamos sujetos a la idea que despierta nuestra elección vacacional. No pretendo en este espacio darle un valor que condicione nuestra decisión sino reflejar lo que sucede con este tipo de consumo, así como puede pasar con la moda o los autos, todas y cada una de nuestras elecciones hablan de nosotros. 
Lo veo en la cola del banco o en un asado. También el café y en las oficinas, muchos se esfuerzan por justificar un destino y con cierta culpa se extienden en que este año quieren hacer “algo tranqui”, una “escapadita a Mardel” y descansar en casa. Otros exhiben fotos de un destino exótico, ése que les da orgullo y placer pero por sobre todas las cosas logra el efecto buscado en la cumbre de lo distinguido, elegante y deseado. 
Si hablamos de percepciones, cada detalle cuenta y en esa carrera inconsciente encuentro trucos. No hay que ir muy lejos para observarlo, en el denominado Partido de La Costa, provincia de Buenos Aires encontramos una serie de destinos que, aún sin demasiadas variaciones desde sus propuestas, tienen diferentes valoraciones asociadas a sus nombres. 
Mar de Ajó, Las Toninas, Mar del Tuyú y Santa Teresita estarían dentro del grupo de las despojadas de valor perceptual. Por otro lado, con un toque más de glamour, Rincón de Cobo, San Bernardo, Aguas Verdes y Costa Azul reúnen un toque de nivel aún cuando todas tengan características similares. Se trata de los misterios de la percepción y del posicionamiento que cada una de ellas supo sembrar. Muchas veces, la diferencia está ahí, en la mente de cada uno de nosotros, en como concebimos y percibimos las cosas. ¿A dónde te vas de vacaciones?