None
OPINIÓN

Hacia la Provincia que nos merecemos


El 2018 marcará el comienzo de un cambio sustancial para la provincia de Buenos Aires. Será el tiempo en el que los bonaerenses comencemos a estar en un plano de igualdad con el resto del país después de más de 20 años, en materia de distribución de recursos coparticipables y donde se sigan profundizando los cambios en la gestión, que nos van acercando a la provincia que queremos ser.  
Es un hecho sin dudas histórico el acuerdo fiscal alcanzado por la provincia de Buenos Aires con la nación por el que se aseguró recuperar, en forma gradual,  una masa de recursos de unos 65 mil millones de pesos anuales, el equivalente a lo que había perdido por el tope que se había aplicado al Fondo del Conurbano.
Durante años se negó lo elemental y evidente: la provincia de Buenos Aires concentra la mayor porción de desafíos sociales, es la que concentra más población pero también la que menos dinero tiene para gastar por habitante y en ella se encuentra el principal problema social, económico y político del país.
Que se haya demorado tanto tiempo esta situación generó enormes déficits y grandes consecuencias que no podemos olvidar porque son la consecuencia del perjuicio originado a la provincia por la inequidad en la distribución de recursos.
Por citar ejemplos que son de lo más gráficos podemos notar que el 50% de la población no tiene cloacas, el 30% de la población no tiene acceso a la red de agua, el 96% de los hospitales de la provincia están en mal estado y el 54% de las escuelas con riesgo estructural alto, una red vial destrozada, problemas generados por la exclusión social, falta de viviendas, planificación a largo plazo, entre otros.
Venimos de años perdidos desde la gobernación en la lucha por recuperar los fondos que a partir del año que viene comenzarán a materializase por tener como aspiración llegar a la presidencia antes que defender a los bonaerenses. Fue trascendental el rol de la Gobernadora María Eugenia Vidal y su voluntad política para plantarse ante la nación como nunca se había hecho, a la postre un gran acierto.
Esta forma de ver y hacer política y de encarar la gestión de parte de este gobierno tiene mucho que ver con el presupuesto que votamos hace algunos días en la Legislatura para 2018. Un proyecto que uno lo ve en la calle, en las mejoras que dan las obras en la calidad de vida de la gente, que baja la presión impositiva sobre la actividad económica en busca de generar empleo, que no se endeuda para pagar gastos corrientes, que aumenta la inversión y que en definitiva no es una foto que no existe como sucedía en el anterior gobierno.
Dejo mi banca en el Senado de la provincia con la satisfacción de ver lo que no pensé que iba a ver: tres presupuestos (2016/2017 y 2018) con una concatenación hacia un proceso de crecimiento en gestión para la gente.  
Se nota que la tendencia a mejorar la calidad del gasto se ve reflejada, es decir que y hoy estamos ante un crecimiento de inversión en obra pública que ronda el 8% con relación a este año 2017, donde se llevan ejecutadas y en ejecución más de 1370 obras en los 135 municipios.

(*) Senadora provincial. 

COMENTARIOS
Senderismo Legado del Salado