Menos historias de vida, menos "gente común" en el escenario relatando sus dificultades para llegar a fin de mes o conseguir un empleo estable, y mayor presencia de intendentes peronistas acompañando a Cristina Kirchner en actos o recorridas por el Conurbano bonaerense.
La ex presidenta cambió ligeramente su estrategia de campaña con relación a las PASO y si bien mantiene su discurso combativo hacia las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, dejó de lado aquel modo "zen" que mostraba antes de los comicios de agosto pasado para asumir un liderazgo más activo como principal referente de la oposición.
Cristina planea visitar un distrito del Gran Buenos Aires por día y mostrarse junto a intendentes o referentes locales del Partido Justicialista (PJ). Este fin de semana, la ex mandataria desembarcó en Ezeiza y Ensenada, al tiempo que Esteban Echeverría, Moreno e incluso Tigre, terruño massista, serían sus próximos destinos.
En tanto, se espera que el ex canciller Jorge Taiana, que escolta a la líder de Unidad Ciudadana en la nómina de candidatos a senador nacional, afronte la misión de seducir a potenciales votantes en el interior de la provincia de Buenos Aires, allí donde la coalición de Gobierno, el frente Cambiemos, superaría al kirchnerismo en las preferencias de los vecinos.
Seguramente, como eje central de sus homilías proselitistas, Cristina insistirá en remarcar la compleja situación económica por la que transita el país, consecuencia de las "políticas de ajuste" que impulsa el Gobierno y que se traducen, de acuerdo con la ex presidenta, en incertidumbre laboral, en una pérdida progresiva del poder adquisitivo del salario a causa de la inflación y en un empobrecimiento de la sociedad.
En este contexto, los estrategas políticos que aconsejan a la ex jefa de Estado consideran que llegó el momento de cambiar el perfil de la campaña, de igual modo que el rol, el papel "zen" que venía cumpliendo Cristina al menos hasta las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto pasado, en las que se impuso por escaso margen -apenas el 0,21 por ciento- sobre Esteban Bullrich, de Cambiemos.
La ex presidenta se encargaba entonces de "darle voz" a la "gente común", haciéndola subir al escenario durante sus actos para que relaten sus historias de vida y cuenten de qué manera se habían visto afectados por el aumento de tarifas de servicios públicos, la caída de la actividad económicas y de los niveles de consumo, o el cierre de fuentes laborales.
Una campaña más peronista
Ahora, con vistas a las cruciales elecciones legislativas del 22 de octubre próximo, se espera que Cristina asuma un mayor protagonismo y se muestre respaldada por jefes comunales del PJ: en definitiva, es allí, en los municipios, donde el justicialismo atesora sus reservas de poder, con el macrismo gobernando tanto la Provincia como la Nación, además de la Capital Federal.
"El objetivo es ´peronizar´ la campaña, con mayor presencia de intendentes peronistas, mayor presencia en el Conurbano y menos gente común", confió una fuente cercana a los armadores políticos del kirchnerismo, cuando resta apenas un mes para los comicios de medio término.
"Se quitó de la campaña -por el momento- el esquema del tipo común explicando su situación, porque esa foto ya fue expuesta. Ya instalamos tres o cuatro temas antes de las PASO y logramos que se discutiera sobre cuestiones económicas (...) Ahora, lo que falta saber es si ese discurso, si lo que nosotros decimos, se instala en el votante o no", agregó la fuente.
Cristina rompió con el peronismo tradicional antes de lanzarse al ruedo en solitario como líder de Unidad Ciudadana en vísperas de las PASO y si bien logró vencer a Bullrich en agosto último, las encuestas, en general, dan como favorito a Cambiemos con miras a las elecciones de octubre y, por consiguiente, Gladys González (y no Taiana) se alzaría con la tercera banca en la Cámara alta de la Nación en disputa en territorio bonaerense.
En este contexto, se espera que la ex presidenta intente seducir en las próximas semanas al "voto útil" peronista, o "voto anti-macrista" si existiera, en detrimento de las aspiraciones de Florencio Randazzo -poseedor del sello del PJ, aunque de magro rendimiento en las PASO- y del líder de 1País Sergio Massa, otro dirigente de origen justicialista que procuró navegar por la "avenida del medio", pero que corre serio riesgo de terminar devorado por la "grieta".
Cristina busca restarle votos a Randazzo, aprovechando la estampida que probablemente perjudicará al ex funcionario del gobierno kirchnerista después del apático 5,8% obtenido en las urnas en agosto pasado, y también absorber a los desencantados con el macrismo que prefirieron en las PASO dar su respaldo a la opción moderada de 1País, con Massa y Margarita Stolbizer como precandidatos a senadores.
Más allá de este intento de "peronizar la campaña" de Unidad Ciudadana, es poco probable que la emblemática canción "Los Muchachos Peronistas" vuelva a ocupar el rol preponderante del que gozaba años atrás en cualquier acto del PJ: "Los problemas no se resuelven cantando ´La Marcha´", según dijeron.
La "madre de todas las batallas", en el Conurbano
Así como el kirchnerismo procura aglutinar al voto peronista en pos de aplicarle un "freno a las políticas de ajuste" del Gobierno, de acuerdo con su eslogan de campaña, y enfocarse especialmente en el Gran Buenos Aires, el macrismo también parece haber escogido al Conurbano como el territorio ideal para librar "la madre de todas las batallas", en busca de alzarse con un triunfo electoral en octubre.
En los últimos días, tanto el presidente Mauricio Macri como el jefe de Gabinete, el influyente Marcos Peña, cruzaron la avenida General Paz para acompañar a la gobernadora María Eugenia Vidal y a candidatos de Cambiemos en partidos del cordón urbano más populoso de la Argentina.
Federico Salvai, estratega político de la coalición de Gobierno en la Provincia, planea llevar a los postulantes de Cambiemos a visitar entre dos y tres distritos por día, tanto en el Conurbano como en el interior, y es muy probable que Vidal y compañía desembarquen en Tigre próximamente.
Allí, el macrismo, liderado por el galán de telenovelas Pedro "Segundo" Cernadas, mantiene una cerrada contienda con el massismo, encabezado por el líder del Frente Renovador (Massa) y por el intendente Julio Zamora; y en Cambiemos están decididos a "pintar de amarillo" el distrito en estas elecciones.
Los trabajos de infraestructura, la obra pública, la lucha contra las mafias y la transparencia se mantendrán como los ejes de la campaña del oficialismo, que estima que unas 600.000 personas más -casi tantas como las que votaron al líder de Cumplir, Florencio Randazzo, en agosto pasado- acudirán a las urnas ahora en octubre, con relación a las PASO.
"Hemos hecho un trabajo muy fuerte para ver cómo nos fue en cada uno de los distritos. Se peinó toda la Provincia para establecer voto a voto en dónde se puede definir una elección que hoy técnicamente está empatada -entre Cristina y Bullrich-", dijo una fuente de Cambiemos.
"En todos los distritos, incluso en los que hemos perdido, mejoramos con respecto a 2015. En La Matanza sacamos unos 50.000 votos más. Aspiramos a que esa curva siga en ascenso. Es muy probable que votantes de Massa se pasen a Cambiemos, así que consideramos que son importantes nuestras probabilidades de crecimiento", aseguró finalmente.
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