Quienes tienen más de treinta años, seguramente tomaron una chocolatada viendo “Los Sónicos”, una proyección sobre el futuro que en su construcción tenía más de fantasía que de realidad. Hoy me valgo de esta figura retórica para representar lo que muchos interpretan del mundo digital como canal de comercialización.
¿Amenaza u oportunidad?
En un contexto de aumento de costos, presión sobre los precios y crecimiento de la competitividad desde dinámicas digitales, la tentación está a la vuelta de la esquina. Entendido como armar un Facebook y subir fotos, el mundo digital se exhibe como el origen de todos los problemas o el principio de las grandes soluciones.
Todo a un click
Si bien la proliferación de plataformas de comercio digital permite desplegar rápidamente una oferta de productos y servicios, esto no implica que de un día para otro un sitio web pueda socavar el posicionamiento de un comercio físico, de ser así alguien hizo muy mal las cosas. Del mismo modo, un espacio físico bien constituido no podrá pasar con rapidez a su versión digital sin sufrir en el recorrido la consecuente pérdida del volumen de ventas.
¿Cuál es el camino?
Claramente, el cruce de frontera entre el mundo físico y digital demanda una interpretación de las nuevas reglas de juego. De acá hacia allá o desde allá hacia acá. Desde donde lo mires, la posibilidad de combinar información, clientes, productos, servicios y procesos demanda un tiempo prudente. Así mismo, cada formato tiene o debería tener algún beneficio para los clientes, por este motivo desarrollar esa propuesta es parte del trabajo previo a desarrollar. Promociones, logística de entregas, dinámica de atención y otras cuestiones que deberán ser consideradas.
No se trata de naves voladoras o casas suspendidas en el aire. Es tan solo una nueva forma de comercialización que debemos adoptar interpretando su lógica. La digitalización comercial requiere, entre otras cosas, de la construcción de certezas que ayudan a los compradores a confiar en tus productos o servicios.
Sugiero siempre desarrollar un modelo combinado, esto quiere decir que si tenés un local es tiempo que desarrolles tu perfil de ventas digital y si tenés un perfil digital, de a poco, tendrías que promover contactos presenciales en cualquier formato. Ni “Picapiedras” ni “Sónicos”, dejar de lado el fundamentalismo representa una posición intermedia que te permita utilizar todas las herramientas sin perder de vista que tus clientes siguen siendo personas, físicas con razones y emociones reales.
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