La mayoría de los juninenses que participaron en el sondeo semanal de Democracia, que se publica en el sitio www.diariodemocracia.com, se expresaron a favor de la colocación de reductores de velocidad que lleva a cabo la Municipalidad de Junín.
De hecho, ante la pregunta “¿Está de acuerdo con la colocación de reductores de velocidad?”, el 74 por ciento de los votantes (65 votos) respondió que “sí”, mientras que el 26 por ciento restante (23 votos) contestó que “no”. En total participaron del sondeo virtual de este diario 88 lectores.
Polémica instalada
Eduardo Naya, director de la Agencia Municipal de Seguridad Vial (AMSV) de Junín, afirmó a Democracia: “Con el tiempo vamos a ver si con la implementación de los reductores de velocidad se ve reflejada en las estadísticas una disminución de accidentes y en teoría tendría que ser así. Yo estoy convencido que sí van a funcionar”.
“Otro elemento para disuadir las velocidades es el semáforo, al cual le veo algunas desventajas, porque lo respetamos si queremos y muchas veces no queremos, por lo que los reductores obligan a disminuir la velocidad aunque no se quiera”, agregó el funcionario de la administración del intendente Pablo Petrecca.
“Más allá de que están aprobados, yo los agarré a estos reductores varias veces para ver si las quejas tenían fundamento, con tres vehículos diferentes y con distintos rodados, y no me pareció que sea una cosa que me destruya el auto”, dijo.
“El Automóvil Club Argentino es una entidad líder en todo lo que respecta a seguridad vial y en la entrada de su Estación de Servicio, en Junín, colocó estos reductores antes que nosotros y lo está avalando una de las entidades más serias del país en lo que respecta prevención vial”, argumentó.
“Nuestro éxito va a ser el día que tengamos que sacar el primer reductor de velocidad. Somos cien mil habitantes en Junín, de los cuales 25 mil manejamos. ¿Pueden 15 ó 30 agentes de tránsito educar a la gente? Si no hacés infracciones sería porque todo el mundo maneja bien, no habría accidentes y le saldría mucho menos a la ciudad. El accidente genera pérdidas no solo del accidentado sino de todos lo que van a asistir al siniestro”, señaló.
Y amplió: “El problema más grande, y que no quede ninguna duda, es la falta de respeto hacia uno mismo, hacia el prójimo, ya que puede ser víctima de un accidente de tránsito. En el caso de las motocicletas, las personas le sacan las luces y es increíble. Si me decís que se le quemó la lamparita, pero tu vida no puede valer una lamparita. No es solo que te ilumines el camino sino que te vean a vos. Estamos haciendo una campaña y de a poco estamos yendo a escuelas porque estamos convencidos de la capacitación y la educación y se está empezando a dar”.
El concejal Claudio Martínez (1País), integrante de la comisión de transporte, afirmó en diálogo con este medio: “Los reductores son una medida preventiva y no tienden a generar sobre los conductores mayores preocupaciones. Los que habían puesto antes en Villa Belgrano, esos conitos, hicieron que la gente se quejase, ya que era inconveniente pasar por ahí. En esas situaciones, entre una valla física y una visual, como un semáforo, indudablemente el último debiera ser mucho mejor en medidas de prevención. Todo suma a colaborar en el tránsito, pero me parece que si la medida no genera ningún inconveniente, bienvenida sea”.
“Nosotros hemos presentado en el Concejo Deliberante un proyecto en el cual hay un análisis hecho de la accidentología en Junín, por lo que en los cruces con más inconvenientes se pide la semaforización de al menos 20 intersecciones en la ciudad”, afirmó el edil meonista.
“Me parece que si bien los reductores contribuyen, no aborda la solución del problema que debería ser integral, pero creemos que son más importantes los semáforos. Sobre todo porque se cuenta con el dinero para colocarlos, ya que los reductores que hay ahora son riesgosos para los motociclistas, por ejemplo”, dijo.
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