Otro reencuentro con los 90
Días pasados, la nueva mayoría automática de la Suprema Corte Nacional decidió aplicar al caso de Luis Muiña -condenado en 2011 a trece años de prisión por delitos de lesa humanidad perpetrados en el centro clandestino de detención que funcionaba dentro del Hospital Posadas- el 2 x 1 derogado hace 16 años para este tipo de delitos.
La ley 24.390 entró en vigencia más de una década después de finalizado el gobierno de facto en cuyo contexto fueron cometidos los hechos atribuidos en este proceso. Y Muiña estuvo detenido desde 2007, es decir, seis años más tarde de la derogación de la norma.
Tal como claramente lo explica el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat "los crímenes de lesa humanidad son delitos de carácter continuado porque no han aparecido los cuerpos, no ha habido explicación ni terminación de la investigaciones con el grado de certeza que el derecho requiere sobre la posible muerte de las víctimas y, por lo tanto, la aplicación de un beneficio como el 2×1 es absolutamente inadmisible. A esto agregaría que, de acuerdo a los tratados internacionales que la Argentina ha ratificado, otorgándoles jerarquía constitucional, ya sea que se hable de genocidio o de crimen lesa humanidad, no corresponden beneficios como la amnistía, el indulto o la conmutación de pena”.
Es claro y ya no sorprende, que nuestro Presidente no pare de dar guiños a favor de los imputados en estas causas. En esa coherencia, también resulta lógico que los Ministros Rosatti y Rosenkrantz fallen siguiendo este improponible lineamiento. Memoramos en este sentido, que la Administración Macri pretendió nombrarlos por decreto.
El caso de la tercer integrante de esta nueva y noventosa mayoría automática -Dra. Highton de Nolasco- es bastante más extraño, aunque también tiene su lógica.
La Magistrada ha emitido un fallo inexplicable con un razonamiento más que absurdo y contradictorio. Los más suspicaces aseguran, que la extraña retórica utilizada por la Ministro de Corte para fallar a favor del 2 x 1, tiene como única explicación una devolución de favores a la Administración Cambiemos por la atención que tuvieron hacia ella al no apelar el fallo que aceptó el amparo que hubiera iniciado para continuar como integrante del máximo tribunal, no obstante alcanzar (en diciembre de este año) el límite de 75 años de edad fijado por la constitución Nacional.
En definitiva, dos caras de la misma moneda, siguen abriendo la grieta los que prometían cerrarla, un cambio prometido e incumplido y una vuelta a los 90. Lo peor del caso, que esto es solo el comienzo.