Las noticias económicas insinúan un cambio de aire con el arranque del segundo trimestre del año.
La conflictividad de marzo y el pico inflacionario no están cerrados, pero los datos positivos del nivel de actividad, el blanqueo impositivo, la recaudación y el empleo auguran un escenario más favorable.
No hay en perspectiva un boom de consumo, ni de una recuperación rápida. La evolución es tranquila, aunque en apariencia está tomando consistencia.
La cuestión fiscal
Un escenario distinto se perfila en la cuestión fiscal.
Los números que se ha propuesto la administración del presidente Mauricio Macri para el año no están a la mano y requerirían un esfuerzo adicional.
Nada de eso se insinúa en vista del inminente clima electoral y la urgencia del oficialismo de obtener un resultado positivo en octubre.
La meta de inflación para el año también aparece difícil de alcanzar, y de allí la política monetaria, que se ha endurecido en estas últimas semanas.
El titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, lejos de aflojar mantiene altas las tasas de interés en términos reales.
La meta oficial de la inflación está en 17%, pero el mercado estima que finalmente se ubicará en alrededor del 21%.
Las tasas de pases y de recompra de letes en pesos continúan en 24,75%.
Los primeros tres meses del año subieron las ventas de cemento al 6%, las ventas de autos al 41%, las ventas de departamentos en la capital federal al 53%, además de indicadores más débiles en la recaudación real, las ventas a Brasil, o el consumo de alimentos.
Los impuestos ingresados en este trimestre, asociados al nivel de actividad, caen 1%.
Aunque los especialistas imaginan que con la desaceleración de la inflación para después de abril, los indicadores ingresarán en terreno positivo.
Mejora el empleo
La recaudación de impuestos asociados al empleo y los salarios subió 4,3% en los primeros tres meses del año, reflejo de una economía que está creando nuevo empleo en el sector formal por séptimo mes consecutivo.
En el año 2016, la meta del rojo fiscal de 4,6% fue lograda gracias a los ingresos extraordinarios del blanqueo.
Sin ese aporte el desequilibrio habría trepado cerca del 5,8% del PBI.
En este año, en los primeros tres meses, los ingresos fiscales subieron casi 37%.
Pero otra vez, sin el blanqueo la mejora fue de solo 27%. La otra cara de la moneda es el gasto, que subió entre enero y febrero a un ritmo de más del 38%.
¿Cómo alcanzará el Gobierno las metas fiscales?
De acuerdo con un trabajo de la Fundación Mediterránea, si la recaudación mejorara en promedio 30% en lo que resta del año, el Gobierno debería desacelerar el gasto al 26% para poder alcanzar la meta defendida por el ministro Nicolás Dujovne, del 4,2%.
Como se dijo más arriba, no parece fácil de lograr.
Los subsidios económicos deberían recortarse 75% respecto el año pasado.
Precisamente, un área en donde el Gobierno decidió moderar los aumentos para el transporte y el gas.
Las partidas de obra pública, a su vez, están en despliegue y difícilmente bajen este año.
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