Una suerte de realidad paralela, más vinculada al pasado que al futuro del país, se apoderó esta semana de la política nacional. En ese andarivel, alejado de los problemas que padece la mayoría de los argentinos, la imaginación volvió a ser frondosa a la hora de adecuar los hechos a la propia voluntad. Y el penoso derrotero de Hebe de Bonafini fogoneó todo tipo de teorías conspirativas.
Alguna dirigencia comentó, entre bambalinas, que se trató de una operación del Gobierno, interesado en desplazar de la agenda las protestas contra el tarifazo y las críticas internas en Cambiemos que agita Elisa Carrió. Otros, en cambio, apuntaron contra el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, a quien le atribuyen una supuesta sugerencia al juez de la causa frenar la detención de Bonafini.
Nada de ello es comprobable. Aún más cercano al delirio estuvo el diputado Andrés Larroque, quien llegó a decir que hubo “movimientos de tropas” el día que la Justicia intentó detener a la titular de Madres de Plaza de Mayo. Y la ex presidenta Cristina Kirchner no le fue en zaga cuando advirtió a sus seguidores que pueden venir tiempos de “bastones largos” en la Argentina.
El tarifazo
En la Cámara baja, un sector de la oposición intentará en la semana que se convoque a una sesión especial para derogar el tarifazo en los servicios públicos dispuesto por el Gobierno, pese a que la implementación de la polémica medida se encuentra suspendida por fallos judiciales y ahora está en manos de la Corte Suprema. Para ello hay nada menos que 94 proyectos en danza.
En este punto, habrá que ver cuál es la posición que adopta el Frente Renovador de Sergio Massa, quien el último jueves almorzó con Marcos Peña en la Casa Rosada y volvió a la senda de la “oposición constructiva”, pese a lo cual no se puso de acuerdo con el jefe de Gabinete sobre la política energética. Aunque en el gobierno siguen con más atención los pasos de “Lilita” Carrió.
La jefa de la Coalición Cívica regresó a escena luego de un impasse de dos semanas, forzado por un cuadro de estrés, con duros cuestionamientos a la implementación del aumento de las tarifas, en especial por la falta de convocatoria a audiencias públicas. Y se declaró “enferma de impotencia” porque en la Rosada no atienden sus advertencias. Además, apuntó contra el radical Ernesto Sanz, un silencioso político respetado por todos los sectores.
La matriz
Tanto en el caso de Cristina Kirchner, que lleva a Lázaro Báez, como en el de José López y la dupla Bonafini-Schoklender, el punto que une las investigaciones es la práctica irregular sobre la obra pública. Por algo similar la titular de Madres de Plaza de Mayo debe declarar ante el juez federal Martínez de Giorgi, en la sede de la entidad, luego de su acto de rebeldía premeditado.
Pese a que se convirtió en un símbolo de la lucha contra la dictadura, la concepción democrática de Bonafini no se ajusta a los requerimientos del siglo XXI y eso quedó nuevamente en evidencia en la semana que pasó.
El máximo tribunal del país está acostumbrado a recibir presiones, incluso del nivel del exabrupto aquel de Bonafini. Ahora mismo tiene en sus manos el litigio candente de las tarifas de gas, que el Gobierno espera que resuelva lo antes posible. Lorenzetti le habría dado al Presidente alguna señal de que el tratamiento no se dilatará, pero ninguna seguridad sobre el sentido de la resolución.
Las empresas del sector también metieron presión, al advertir que si no pueden facturar sus servicios, tendrán problemas para pagar los sueldos y a los proveedores. El propio Gobierno debió recalcular las partidas que destinará a los subsidios energéticos, en un contexto desfavorable en materia de déficit fiscal, que podría trepar al 4,4% del Producto Bruto Interno (PBI) a fin de año.
El agujero fiscal no es sólo un problema del Gobierno nacional, sino también de las provincias. Por eso la Casa Rosada buscó comprometer a los gobernadores a manejar el gasto con austeridad, luego de firmar el acuerdo de devolución de los fondos tomados por la Anses. El curso de la economía sigue siendo la preocupación de fondo, más allá de los escándalos de corrupción.
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL
La preocupación por la economía
La política, más cerca del escándalo que de atacar los problemas de fondo.
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