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Acercamiento al agro y dudas en la industria

El encuentro del presidente Mauricio Macri con el mandatario mexicano Peña Nieto y luego la participación en la 150ª Exposición Rural marcan dos hitos de la nueva visión política y económica del gobierno argentino.
El acercamiento al campo no es una novedad. La eliminación de las retenciones, las regulaciones y la unificación cambiaria dieron un fuerte impulso a los negocios del agro que proyectan una cosecha récord para el año próximo.
La convicción oficial es que la agroindustria y las economías regionales no necesitan la intervención estatal para su desarrollo.
“Se le ha sacado la pata de encima al campo y se le está tendiendo la mano” fue la frase empleada por Macri en la apertura de la Rural. Y agregó que el campo “es nuestro emblema, nuestra cultura”. La frase puede tener algo de oportunismo por el escenario, aunque refleja con bastante fidelidad las expectativas gubernamentales sobre qué tipo de políticas debe llegar al sector.

Libre comercio
Un día antes, Macri sinceró su visión sobre el futuro industrial del país. “Queremos que el ACE 6 se transforme en un tratado de libre comercio”.
Se refería, precisamente a un acuerdo rubricado con México, con el cual la Argentina tiene hoy un intercambio limitado y regulado, entre otras razones porque ese país tiene un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y es uno de los integrantes de la Alianza del Pacífico, junto a Chile, Colombia y Perú.
En la semana pasada también quedó de manifiesto la crisis terminal que sobrelleva el Mercosur.
La presidencia rotativa del bloque debiera caer sobre Venezuela luego de finalizar el período que le correspondió a Uruguay.
Pero los desacuerdos internos impiden ese traspaso. Brasil vive su propio infierno y la Argentina mira hacia otros destinos.
Uruguay y Paraguay hace tiempo que dejaron de confiar en el bloque. Ahora la Argentina participa de la Alianza del Pacífico como observador, pero la meta, según dicen en la Casa de Gobierno es iniciar la asociación del país a ese bloque comercial a partir del 2017.

Cambio de paradigma
Una apertura argentina a esos mercados podría ser beneficiosa, aunque cambiaría totalmente el paradigma proteccionista de la industria local que sobrevive en el país desde hace décadas.
Con excepciones, amplios sectores textiles, metalmecánicos e incluso la automotriz, no tienen capacidad de competir en los mercados internacionales.
Una apertura a acuerdos de libre comercio con países como Perú, Chile o México requeriría de una fuerte reestructuración de esos sectores.
No es casualidad de que el presidente Macri no goce de gran popularidad en la Unión Industrial Argentina.
Otro tema de interés económico en los finales de julio son los interrogantes del resultado electoral de las elecciones legislativas del año próximo.
Los negocios y las inversiones siguen reticentes pese a los esfuerzos oficiales.
Las razones son amplias, pero ahora se agregó el punto electoral.
La pregunta es si en las elecciones de medio término serán favorables para el Presidente, en especial si quiere sostener las reformas económicas.
La recesión y las dificultades políticas del gobierno no son ajenas al clima de los negocios.
Luego de años de kirchnerismo y políticas populistas la confianza de los inversores tarda en regresar.

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