ANÁLISIS

Recomposición salarial y ensanchamiento de la clase media

La Argentina es el país de Latinoamérica donde más creció la clase media en la última década, segmento que se duplicó, y se posiciona entre las naciones de la región donde mayor cantidad de personas se ubican en este estrato social, según un relevamiento realizado por el norteamericano Centro de Investigaciones Pew.
La clase media según Pew, alcanzaba al 15% de la población total en 2001, a una que en 2011 contuvo al 32,5%, lo cual significó un crecimiento de 117% en diez años.
El motor fundamental de la recomposición de la clase media argentina durante la década kirchnerista es sin duda la generación de más de 5,5 millones de puestos de trabajo junto al notable crecimiento del salario real año tras año, salvo en el año 2014 donde el salario empató con la inflación y volverá a crecer en el año 2015 al menos 7 puntos por sobre el IPC esperado.
Sabemos que el 85% de los hogares argentinos tiene en el salario del jefe y miembros complementarios su modalidad de ingreso central. Tras la nefasta experiencia neoliberal, el salario alcanzó su piso desde mediados de siglo pasado y eso desmoronó a la mitad de los segmentos medios por debajo de la línea de pobreza dando lugar al fenómeno de “nuevos pobres” o clase media empobrecida, característico del final de los años noventa y la salida de la convertibilidad.
Con la llegada del kirchnerismo al gobierno en mayo del año 2003, los niveles salariales registran una tendencia a la mejora creciente y sistemática clave en la reconstrucción del entramado de clase media demolido por el neoliberalismo durante casi tres décadas a partir del año 1976 y hasta el año 2001.
Los datos muestran que junto al consolidado durante el segundo peronismo en los años setenta que recompuso un 12% el promedio ( con pico de subas del 30% por sobre el promedio en el año 1973) el de Néstor y Cristina fue el proceso de recomposición salarial promedio más importante de los últimos 50 años en Argentina, recompuso un 15% el promedio heredado, con dos agregados meritorios : el kirchnerismo recompone salario real desde su piso histórico , sin inercia,  como si la tuvo el peronismo en los años 70.
Adicionalmente en la década kirchnerista se mejoró el promedio salarial a pesar de enfrentar tasas de informalidad laboral que cuadruplicaban a las que por ejemplo enfrentó Juan Perón en los años 70, trabajo informal que aún hoy alcanza al 33% y es el efecto central que sobre la calidad del empleo tuvo la brutal desindustrialización neoliberal del lapso 1976-2003 que en su miserable trayectoria informalizó a más de la mitad de los asalariados , sumergiendo en la pobreza al 54% de los argentinos y enviando al hambre al 27,8% de la población.

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