Corría el año 2000 en medio de una crisis económica y social de proporciones, mientras los porteños se disponían a elegir a su jefe de Gobierno en una elección protagonizada por la fórmula aliancista Ibarra-Felgueras y la opositora integrada por Cavallo y Gustavo Beliz.
En ese contexto, los votantes le dieron su aval a Ibarra con el 49,31% de los sufragios, lo que llevó a Cavallo a bajarse de la segunda vuelta dado que el frepasista había estado muy cerca del 50%. Se trata del único antecedente de una elección porteña que no fue al ballotage.
Seleccione Edición
COMENTARIOS