Luego de que el staff técnico del Fondo Monetario Internacional y el Gobierno de Javier MIlei llegaran a un acuerdo en torno a un préstamo de US$ 20.000 millones -que no será todo cash-, y en medio de un clima de la incertidumbre global económica y financiera que impactó en los mercados y afectó a nuestro país, se espera que por estas horas el Directorio del organismo apruebe finalmente el nuevo programa por cuatro años y se conozca la letra chica tras arduas negociaciones, principalmente por el esquema cambiario.
En el Gobierno creen que éste préstamo servirá para capitalizar el Banco Central e implementar de a poco la salida del cepo y un nuevo régimen cambiario, que incluiría un esquema de bandas de flotación.
Si bien el organismo multilateral no confirmó oficialmente la convocatoria al tratamiento del caso argentino, el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, lo comunicó en las últimas horas en una entrevista radial.
De todos modos, el FMI confirmó la elevación al Directorio del Staff Level Agreement que es el documento que realiza el departamento técnico para que luego sea evaluado por la cúpula de la entidad.
En la historia del FMI nunca el Directorio rechazó una propuesta del staff técnico, por lo cual se descuenta el visto bueno.
Argentina espera un adelanto de al menos el 40% del préstamo para calmar una crisis cambiaria que se llevó más de 1.800 millones de dólares en reservas en unas semanas.
Según trascendió, con la puesta en marcha del programa, el Gobierno modificará el esquema cambiario e irá a un sistema de bandas que le permitirá intervenir en el mercado cambiario para evitar movimientos bruscos en la cotización del dólar.
Esta medida podría comenzar a regir desde el próximo lunes -si se tiene el okey final del Fondo- y sería una formal salida del cepo cambiario, más allá de que aún puedan existir algunas restricciones para el movimiento de capitales.
El interrogante a develar es la amplitud de esa brecha y bajo qué circunstancias se implementaría la intervención que estaría a cargo del Banco Central.
Cuánto llegará
El segundo punto que espera el mercado es monto del desembolso inicial, dado que será la fortaleza con la cual el Banco Central afrontará la salida del cepo.
En principio ese monto sería superior a los US$10.000 millones que serán tomados por el Tesoro, que luego le recomprará deuda al Banco Central.
El anuncio llega en un momento crítico para la segunda economía más grande de Sudamérica. La presión había ido en aumento sobre las reservas de divisas del país que se agotaban rápidamente, mientras el gobierno endurecía las reglas sobre impresión monetaria y gastó más de los pocos dólares que tenía para apuntalar al tambaleante peso argentino.
El nuevo flujo de efectivo le da a Milei una buena oportunidad de aliviar los estrictos controles de cambio de divisas, los cuales afirma que son necesarios para fomentar la inversión y convencer a los mercados de que sus reformas pueden sostenerse en una nación notablemente volátil.
Los controles significan que las empresas no pueden enviar sus ganancias al extranjero y garantizan que el Banco Central gestione el peso, el cual está vinculado al dólar. Con 22 préstamos del FMI desde 1958, Argentina le debe al organismo más de 40.000 millones de dólares. La mayoría de los fondos del FMI se utilizan para pagarle al propio organismo.
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